MADRID, 10 Mar. (CHANCE) -
El marido de Kim Kardashian está más ancho que largo desde que el pasado lunes 9 de marzo saliera a la luz una entrevista a Madonna en el New York Daily News, en la que el icono musical calificaba a Kanye West como "la nueva Madonna. La Madonna negra".
"Nosotros sabemos y reconocemos que tenemos eso en común. Somos compañeros del género traspasar", dijo la cantante en referencia a la colaboración del rapero en su último trabajo discográfico, Rebel Heart. Unas palabras de la reina del pop que seguro que han colmado el ego del músico de Chicago, que recientemente llegó a compararse con Pablo Picasso durante una charla con alumnos de la Universidad de Oxford.
Un arranque de arrogancia que no es nuevo para el compositor, diseñador y productor musical, que hace dos años llegó a equipararse con Andy Warhol o William Shakespeare. "Soy cultura. El rap es el nuevo rock and roll. Soy lo que antes eran las estrellas del rock. Y soy el más grande de todos. El número uno", llegó a comentar en una ocasión sobre sí mismo. El caso es que West, al que hemos visto estos días acudir a todos y cada uno de los desfiles de la Semana de la Moda de París acompañando a su inseparable esposa, es uno de los raperos más prolíficos de la última década, con 21 premios Grammy, más de 88 millones de copias de discos vendidos y, considerado por la revista Time, como una de las 100 personas más influyentes del planeta.
La moda es otra de sus grandes pasiones, aunque no le haya ido tan bien como en la música. Su línea de ropa fue un fracaso que le hizo perder 10 millones de dólares, pero su colecciones de calzado para Louis Vuitton y para Adidas arrasan en ventas, y eso que una de sus deportivas puede llegar a costar 1.400 dólares.
Lo cierto es que el artista logra captar la atención como nadie con sus extravagancias, estridencias y salidas de tiesto, una estrategia de provocación que nos recuerda a las utilizadas por la de Michigan durante décadas. El lanzamiento de su más inmediato trabajo discográfico, So Help Me God, está a la vuelta de la esquina, y el productor sabe muy bien cómo concentrar la atención de los medios para promocionar el que será su séptimo álbum de estudio.
Al igual que sucediera con Rihanna y su Four Five Seconds, este hijo de una profesora y de un fotógrafo de prensa contará con la colaboración del mítico Paul McCartney en el tema Only One. Además, la de Barbados confirmó el pasado mes de diciembre gira conjunta con Kanye West, un trabajo en conjunto que arrancaría el próximo 25 de julio en Estonia, según Live Nation.