NUEVA YORK 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
La actriz estadounidense Elizabeth Taylor ha muerto a los 79 años, según ha informado este miércoles la cadena de televisión ABC. Liz Taylor había nacido en Londres de padres estadounidenses en febrero de 1932, pero residía en Estados Unidos desde su infancia.
Ganadora en dos ocasiones del Oscar por sus papeles en Una Mujer Marcada (1960) y ¿Quién teme a Virginia Woolf? (1966), fue célebre, entre otros muchos motivos, por sus ocho matrimonios.
La actriz llevaba dos meses ingresada en el hospital Cedars Sinai de Los Angeles a causa de la insuficiencia cardíaca congestiva que le había sido diagnosticada en 2004. También fue operada en 1997 de un tumor cerebral.
Durante sus casi siete décadas de brillante carrera fue elegida como la mujer más bella de la gran pantalla. Del otro lado, del de las sombras están sus problemas de salud, sus adicciones y su más que desordenada vida sentimental. Y es que su vida personal giró en torno al glamour y el tumulto.
Tras la muerte de su tercer marido, el productor cinematográfico Mike Todd, en 1958, se encontró inmersa en un triángulo amoroso muy difundido en la prensa con el cantante Eddie Fisher y su esposa, la actriz Debbie Reynolds, antes de terminar casándose con Fisher.
SU RELACIÓN MÁS SONADA
Mientras rodaba Cleopatra comenzó una tórrida relación con Richard Burton, que interpretaba a Marco Antonio y que en esa época también estaba casado. Un romance que acaparó más portadas que la superproducción que ambos protagonizaban.
Los dos actores, de fuerte carácter, se casaron en 1964 después de que ella se divorciara de Fisher, y Burton la cubrió de pieles y diamantes. Todavía se recuerda aquella joya en forma de pera valorada en 1 millón de dólares, que regaló a Taylor mientras hablaba ante la prensa de su "maravilloso pecho".
Un matrimonio que se convirtió en un serial difundido a los cuatro vientos y cuya tensión sirvió también para mayor gloria de ¿Quién teme a Virginia Woolf?, el drama matrimonial en el que, se decía, que Taylor y Burton ya proyectaban sus frustraciones de pareja.
Su séptimo matrimonio fue con el senador John W. Warner, una relación tan tortuosa como las anteriores que desencadenó en problemas con el alcohol. Finalmente su octavo y último marido fue Larry Fortensky, un obrero de la construcción con quien se casó en 1991 y del que se divorció en 1996.
Desde entonces, más unida a su gran amigo Michael Jackson que a ningún otro hombre, Liz se frenó en seco su agitada vida amorosa. En 1997 comenzaron sus problemas de salud serios y fue operada de un tumor cerebral benigno y diez años más tarde, en 2009, volvió a ser intervenida de un problema coronario. A principios de año ingresó en el centro Cedars-Sinai de Los Ángeles donde falleció rodeada de sus cuatro hijos. Descanse en paz.