MADRID, 23 Feb. (CHANCE) -
La Academia ha decidido premiar las enfermedades en estos Oscar 2015. Casualidad o no, el alzheimer, el ELA, el suicidio y la egolatría como han sido los triunfadores de la estatuilla.
Parece que la Academia ha querido hacer hincapié en los problemas de la sociedad de hoy, a las enfermedades y los problemas familiares que conllevan.
El ELA que ha sufrido Stephen Hawkins que ha interpretado en la gran pantalla Eddie Redmayne, le ha hecho ganador de una de las 24 estatuillas. La esclerosis lateral amiotrófica es una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular y a través de la película La teoría del todo, ha sido más conocida.
El alzheimer, de Julianne Moore en por Siempre Alice, ha premiado a la veterana actriz por un papel en el que narra el drama diario de convivir con la enfermedad de la pérdida de memoria.
El suicidio, la academia ha querido premiar a dos teléfonos de la esperanza. Uno el cortometraje The Phone Call y el otro el documental Crisis Hotline: Veterans Press I, donde la productora Dana Perry y la directora Ellen Goosenberg Kent, dedicaban al premio al hijo de esta última que se había suicidado y resaltaba la labor de la línea Crisis Hotline -la línea de emergencias, como el teléfono de la esperanza que evitó que se suicidara Paris, la hija de Michael Jackson-.
La egolatría y la esquizofrenia de Birdman también ha sido ganadora de cuatro estatuillas. La mezcla de la egolatría, de la falta de reconocimiento, y de que cualquier tiempo pasado fue mejor de Alejandro González Iñárritu ha brillado en esta 87 edición como la mejor película del año. El trastorno de la realidad, de creencias falsas, un pensamiento poco definido o confuso, alucinaciones, de Michael Keaton han hecho que la cinta del director mexicano sea más que alabada. Y es que Iñárritu plantea lo que él llama "la enfermedad de la popularidad", propagada por las redes sociales y la cultura de las celebridades.
Todos unos premios dignos de pararnos a reparar en ellos y reflexionar...