MADRID, 23 Ene. (CHANCE) -
Contando los días para viajar a Estados Unidos y actuar en Miami, Nueva York y Los Ángeles, Isabel Pantoja se ha visto de nuevo rodeada por la polémica. ¿El motivo? Las exigencias que habría impuesto a los productores de su gira americana haciendo gala de su carácter complicado de diva 9 meses después de subirse por última vez a un escenario.
Por ejemplo, se ha dicho la tonadillera habría pedido un jet privado para sus desplazamientos, evitando así tanto su contacto con los medios de comunicación como con sus incondicionales. Nada más lejos de la realidad, ya que como ha asegurado el promotor del show, Eduardo Guervos, los únicos 'caprichos' de Isabel pasan por una botella de vino, refrescos, agua, bandejas con queso, sandwiches y embutidos en su camerino, además de un ramo de rosas blancas y un mobiliario totalmente normal: un sofá confortable, mesa, sillas y un burro para colgar sus vestidos con 12 perchas.
A pocos días de que la artista viaje a Madrid para ensayar su esperada reaparición, Europa Press ha podido hablar en exclusiva con el promotor y nos ha contado que Pantoja se encuentra "fenomenal, muy animosa", "con su repaso de vestuario, sus pruebas de zapatos y muchas ganas" de reencontrarse con su público americano. "La gente le está esperando y ella está esperando a la gente. Va a ser muy bonito" apunta.
Respecto a sus supuestos caprichos de diva, Guervos deja claro que "Isabel es de las artistas que menos exige, y no pide caprichos que no se puedan hacer. Hay artistas que son maníacos y piden bastante más que ella". "A cualquier mujer hay que atenderla con rosas y un vinito no tiene nada de raro" apunta.
Sin decidir todavía si la artista concederá entrevistas en EEUU para promocionar sus conciertos, el promotor adelanta que a su lado estará su sobrina Anabel Pantoja, que viaja en calidad de "asistente personal" de su tía. A quienes no veremos en esta ocasión será a Kiko Rivera e Isa Pantoja ya que, como explica Eduardo, "es una gira de su madre y lo lógico es que vaya quien va a trabajar".
También viajará con la viuda de Paquirri, como era de esperar, su hermano Agustín, que ejerce de su manager personal y que, al contrario de lo que muchos aseguran, no lleva la voz cantante en la carrera de la tonadillera: "Las decisiones son de Isabel para lo bueno y para lo malo, ella lo supervisa absolutamente todo" añade.
Una gira en la que repasará sus grandes éxitos - "la gente demanda su repertorio" explica -, en la que habrá previsiblemente "alguna sorpresa" y a la que próximamente podría añadirse alguna fecha más por el alto ritmo en la venta de entradas a pesar de un precio que a algunos les parece elevado y que Guervos justifica: "El precio es como todo, tú vas a ver a Maluma al Pabellón de Deportes o vas a ver a Elton John y hay entradas de trescientos euros y entradas de cuarenta. Ella es igual".
"Y su caché es el que el artista vale, lo que la gente que mete. Si tu metes mucha gente, ganas dinero. Si no metes gente, el artista puede ser muy caro o muy barato, depende del público que lleves" concluye
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