Un público incondicional acompañó a Isabel Pantoja en su concierto en Segovia

Isabel pantoja en segovia
Foto: FRAN GUERRA
Actualizado: lunes, 11 agosto 2014 11:23

MADRID, 11 Ago. (CHANCE) -

   Un público incondicional acompañó el pasado sábado a Isabel Pantoja en "Las noches mágicas de La Granja" en el patio central de la antigua Real Fábrica de Cristales, del siglo XVIII.

   Con un vestido y una capa de riguroso negro, la tonadillera fue desgranando su repertorio, con su especial puesta en escena y constantes guiños a los seguidores, con éxitos como "Se me enamora el alma" o "Buenos días tristeza".

   "Te queremos", se oyó desde el público, "y yo", respondió antes de tomar el micrófono mientras sonaban los primeros compases antes de cantar "Pero vas a extrañarme", un tema melódico con aires copleros, que sigue incluyendo en su repertorio en directo.

   Tardó poco en hacerse con el público, en torno a las 1.500 personas, un 70% del aforo, según fuentes municipales, aunque explicaron que estaba todo vendido, ya que esa tarde no era posible adquirir boletos por Internet.

   Eso pese a que era el precio por localidad más caro del festival, seguido de Sara Baras, con entradas de 80 euros, para las primeras filas y palcos delanteros, para pasar a 55, 45 y 35 euros según se iban alejando las sillas del escenario.

   No había aparecido la tonadillera y el público accedía cantando lo más conocido de sus letras a este recinto cargado de historia, fundado por el Rey Carlos III, a los pies de la Sierra de Guadarrama en entorno que ha sido declarado por la Unesco como Reserva de la Biosfera.

   En la puerta el malagueño "Mocito feliz", un incondicional seguidor de Isabel Pantoja, allá por donde vaya, que igual le piropea, que entona los estribillos más conocidos que le defiende aseverando que es inocente de todo lo que se le ha juzgado.
Aunque la temperatura era muy agradable, pese a que en el Real Sitio refresca por la noche, lo que le hace ser un lugar tradicional de veraneo, Isabel gastó una broma, desprendiéndose de su capa, diciendo "la mar está fresquíbiri", aunque rondaban casi los 20 grados.

LA TONADILLERA APARECIÓ EN EL ESCENARIO CON UN VESTIDO Y UNA CAPA DE RIGUROSO NEGRO

   El espectáculo se inició en torno a las 22:45 horas, casi quince minutos más tarde que lo previsto, con un vídeo donde se recogían en vídeos y fotografías varios momentos y actuaciones de la cantante, tanto sola como en compañía de famosos de la copla española.
Junto con la orquesta de doce músicos, con teclado, piano, percusión y viento, las primeras en calentar motores fueron las dos mujeres que le hacen los coros que entonaron el nombre de Isabel Pantoja a una melodía que da entrada a la artista.

   El concierto, dentro de la gira que ha denominado "Donde el corazón me lleve", fue recogiendo lo mejor de la esencia de esta cantante sevillana que lleva más de cuarenta años triunfando por los escenarios con coplas, baladas o flamenco.
Muchas peticiones de canciones desde el público, lo más conocido, incluso "Marinero de luces", pero Isabel confesó que no podía cantarla porque le traía muchos recuerdos.

   Curiosamente la presencia en el escenario coincidió con la emisión del programa "Sábado sensacional" de Televisión Española (TVE), presentado por Ana Obregón, producido por José Luis Moreno, donde Isabel cantó con su hijo Kiko Rivera, con quien ya entonó, hace años "Mi pequeño del alma".

   A diferencia de otros artistas que han pasados por las "Noches mágicas", Isabel Pantoja reforzó la seguridad, con cuatro personas más, tanto a su lado como a la entrada del camerino, pidió una alfombra de moqueta desde éste al escenario y mandó cubrir el pasillo, para que no se le viera llegar ni salir.

   Miembros del personal auxiliar comentaron que en el ensayo, por la tarde, se mostró muy simpática, mientras probaba micrófonos junto con la orquesta en torno a las ocho de la tarde.

   La cantante, acompañada por su sobrina Anabel, eligió para descansar el parador de turismo, en la antigua Casa de Infantes, otro de los inmuebles históricos de este municipio donde Carlos III ensayó el urbanismo que aplicó en Madrid, en plena Ilustración.

Leer más acerca de: