MADRID, 25 May. (CHANCE) -
Quizás su nombre no te suene tanto como su cara, pero seguro que con ver la foto de Bore Buika, a tu mente viene el siguiente pensamiento: "este chico me resulta familiar" y comiences a preguntarte ¿dónde le habré visto yo,...? Puede que los más rápidos caigan enseguida en diferentes títulos de series y películas en los que ha participado, pero para el resto, en CHANCE te recordamos en que sitios le has podido ver. El 16 de junio estrena su última película, Señor, dame paciencia.
Bore Kaita Buika, es un actor nacido en Palma de Mallorca con ascendencia guineana. El papel que le ha lanzado a la fama y por el que empezó a ser conocido dentro de la profesión fue como Terence Wilder en la serie que se emite cada tarde, El secreto de Puente Viejo, en el que tenía que hacerse valer ante la temida Doña Francisca, por su color de piel.
El más reciente en cuanto a series se refiere, es el de Teodoro Okenve en la serie Mar de Plástico. Entremedias de ambos papeles, tuvo una pequeña aparición en Anclados, que abandonó con la cancelación de la serie. En 2015 tuvo un papel secundario en la película Palmeras en la Nieve. Un año después se estrenaba como personaje principal en Villaviciosa de al lado, donde daba vida al cura negro del pueblo, premiado por el boleto de lotería que únicamente se había vendido en el burdel del municipio.
Este año, vuelve a encarnar un papel protagonista en Señor, dame paciencia, junto a Jordi Sánchez y Megan Montaner, en el que tiene el papel de "un gay, vasco, de origen senegalés". Como se puede observar, su carrera se ha basado en la realización de papeles encargados de romper barreras y estereotipos de un personaje negro, en diversas situaciones.
Para Bore, "Es un honor representar a esta pequeña parte que empieza a estar representada en el cine español". El actor cree que "no solo tiene que haber negros, sino gente de origen oriental, sudamericanos y vascos y gays, con derecho a tener un espacio en la gran pantalla" y recalca que "es un honor que le haya tocado a él".
Y recomienda ir a ver la película, Señor, dame paciencia, porque "es muy divertida, consigue mezclar comedia y emoción, transmite un mensaje con valores" y promete que "si llevas a alguien al cine a verla, no te vas a arrepentir". Con la promesa nos quedamos, y ahora...
¡Todo el mundo al cine!