Raúl Arévalo: "He cogido todos los trenes de mi vida"

Raul arevalo
JOSEFINA BLANCO
Actualizado: jueves, 29 enero 2015 17:36

MADRID 29 Ene. (CHANCE) -

Raúl Arévalo es el protagonista, junto a Inma Cuesta, de la nueva comedia Las ovejas no pierden el tren en la que el actor representa a un personaje muy campechano que vive en el campo, algo que últimamente Raúl, a sus 35 años, se plantea.

El actor, quien no siente que haya dejado pasar ninguna oportunidad en su vida comienza un año lleno de éxitos ya que ha sido nominado a los Goya en la categoría de mejor interpretación masculina protagonista por su papel en La isla mínima. A pesar de no estar nervioso, Raúl está feliz y disfrutando mucho de este momento previo a la gala que se celebrará el próximo 7 de febrero.

-¿Qué va a encontrar el espectador en esta película?
-Va a encontrar muchas cosas. Es una comedia muy entretenida y muy positiva, con mucha luz y muy esperanzadora. En el trailer se puede ver lo que define la película.

-Es una película con mensaje...
-A mi lo del mensaje no me gusta en las películas. Algunas lo tienen pero esta no creo que lo tenga. Esta película lo que hace más bien es cargarse los mensajes, es decir, deshacerse de tópicos y refranes.

-¿Con qué te quedas de la película?
-Sobre todo con mis compañeros. Repetir con Irene a la que conozco desde hace 8 años. Por fin trabajar con mi amigo Alberto con el que comparto escenas y hago de su hermano. Cuando yo estudiaba en la escuela soñaba con poder hacer algún día una película con Alberto San Juan. Poder hacer de pareja de Inma Cuesta, que desde primos somos muy amigos. Trabajar con Candela Peña, una de las mejores actrices de este país y Kiti Manver que es de otra generación pero tiene un espíritu muy joven. Además, mi gran descubrimiento ha sido conocer a Jorge Bosch.

-En esta película te conviertes en un hombre de campo, ¿Habías tenido ese contacto antes con la naturaleza?
-En la vida real sí porque me he criado entre Móstoles y un pueblo de Segovia que se llama Martín Muñoz de las Posadas, muy castellano. Todos los fines de semana, puentes, Semana Santas y veranos los he pasado allí.

-Entonces te mueves bien con las ovejas y todo lo campestre...
-Bueno yo nunca había tratado con ovejas. Se necesita ser pastor para ello, no es algo fácil. En la película tuve a un pastor que me ayudaba y un señor que me enseñó a manejar el tractor.

-¿Te has planteado alguna vez esa profesión?
Soy joven, aún tengo 35 años, pero a veces me satura tanto mi trabajo que mi cuerpo me pide cada vez más vivir en el campo. No sé si como pastor, pero de una forma natural. Siempre me he considerado muy urbanita pero cada vez que voy al campo, me doy cuenta de que me hace mucho bien.

-¿Has tenido la sensación de perder algún tren en tu vida?
-No, todos los he cogido.

-¿Nervioso por tu nominación a los Goya?
-No, estoy muy contento, muy feliz porque hemos tenido muchas nominaciones con este trabajo y estamos ganando muchos premios. Hay que disfrutar de eso, ganemos los que ganemos y perdamos los que perdamos.

-¿Has pensado a quién se lo vas a dedicar?
-No creo que vaya a oír mi nombre ni lo quiero pero se lo dedicaría a mi compañero, es una película especial esta.

-¿Te han felicitado en casa por la nominación?
-No, en casa no me dicen nada.

-¿Qué proyectos tienes para este año?
-Estrenar Cien años de perdón con Calparsoro y dirigir, en verano si todo sale bien voy a dirigir.