MADRID, 29 Mar. (CHANCE) -
Will Smith se ha convertido en el gran protagonista de la última gala de los Oscar, y no precisamente por alzarse con la estatuilla a Mejor Actor por su papel en 'El método Williams', sino por el puñetazo que le propinó a Chris Rock después de que el humorista hiciese una broma sobre Jada Pinkett-Smith.
Fuera de sí, el inolvidable 'príncipe de Bel Air' subía al escenario después de que el presentador comparase a su mujer, que sufre de alopecia, con la teniente O'Neil - a la que dio vida Demi Moore en la película del mismo nombre - por su cabeza rapada. Una 'mofa' que Will atajó agrediendo a Rock antes de advertirle a gritos que se quitase el nombre de Jada de su 'puta boca'.
Una actitud muy polémica que ha provocado que muchos hayan pedido que le retiren el Oscar y sobre la que ahora se ha pronunciado el actor, entonando el mea culpa y confesando que está "avergonzado" y que su "comportamiento no fue el del hombre que quiero ser".
“La violencia, en cualquiera de sus formas, es venenosa y destructiva. Mi comportamiento anoche fue inaceptable e indefendible” ha admitido Will, que en sus primeras declaraciones tras su agresión a Rock se ha dirigido directamente al humorista para pedirle perdón: "Me gustaría disculparme públicamente contigo, Chris. Estuve fuera de lugar y me equivoqué".
“Las bromas a mi costa son parte del trabajo, pero un chiste sobre la condición médica de Jada fue demasiado para mí y reaccioné emocionalmente”, ha reconocido el actor que, arrepentido, también se ha disculpado con la Academia de Hollywood, con los asistentes a la gala de los Oscar y con el público que tuvo que ver una agresión que, confiesa, fue "inaceptable" e "indefendible".