MADRID, 19 Dic. (CHANCE) -
Nació en Ronda, fue el tercero de los cinco hijos del matador de toros Cayetano Ordóñez Aguilera, conocido como "El Niño de la Palma" y Consuelo Araujo de los Reyes. Su padre fue inspiración para él, siguió su camino y empezó a torear haciendo resonar su nombre por todas las plazas.
El padre de Carmina (conocida como La Divina) y Belén Ordóñez tuvo que torear su peor toro cuando se enfrentó a la muerte de su primera mujer por culpa de un cáncer. Desde aquel momento la soledad y la tristeza inundaron su casa, pero sobre todo el corazón de sus hijas, quienes estaban muy vinculadas sentimentalmente a ella. De hecho, les costó entender como el torero rehacía su vida con Pilar Lezcano.
El cáncer no solo estuvo presente en su vida cuando su primera mujer, Carmen Dominguín tuvo que afrontarlo, él también fue víctima de esta enfermedad dejando a todos sus seres queridos el 19 de diciembre de 1998. Desde entonces, Carmen y Belén se quedaron completamente huérfanas y ese vacía nadie lo supo llenar. Su segunda esposa, María Pilar Lezcano Delgado, con la que contrajo matrimonio en 1983, fue su compañera de vida y con ella le volvimos a ver sonreír.
Un grande que llenó las plazas y que aconsejó muy bien a Paquirri, primer marido de su hija Carmina, quien empezaba ya a despuntar en los ruedos y en el que vio futuro. Hoy, se cumplen 23 años de aquel gran hombre que todavía muchos lo recuerdan por el legado que dejó en el ámbito taurino y por pertenecer a una familia que ha dado mucho de qué hablar en los últimos años.