MADRID, 19 Feb. (CHANCE) -
Álex González y Adriana Ugarte formaban una de las parejas más consolidadas del panorama nacional, hasta que decidieron separar sus vidas a finales de año. Sin embargo, ambos han vuelto a reencontrarse en casa de la actriz, haciendo saltar todo tipo de rumores tras su encuentro. ¿Una posible reconciliación? ¿Amistad sin más?
Alex González, que en su día conquistó el corazón de Chenoa, el de la presentadora Beatriz Montañer o el de Mónica Cruz, parecía haber encontrado todo lo que buscaba en Adriana. Mientras que el actor triunfa con la serie 'El príncipe' junto a Rubén Cortada y José Coronado, la guapa actriz se ha convertido en una de las actrices de moda, cosechando un enorme éxito con las series televisivas 'Niños Robados' o 'El tiempo entre costuras'.
Aunque siempre habían intentado llevar su romance con la máxima discreción, la pareja decidió no ocultar sus sentimientos por más tiempo, besándose en la alfombra roja del Festival de Cine de Málaga, dejando boquiabiertos a propios y extraños.
Pero cuando acababan de cumplir su primer año de amor, nos sorprendíamos con la triste noticia de la ruptura de la pareja. El motivo quizá haya sido la falta de tiempo de ambos para mantener viva la llama del amor y consolidar una relación de pareja por sus respectivos compromisos profesionales.
Sin embargo parece que el tiempo ha ido calmando las aguas y por avatares del destino ambos han vuelto a reencontrarse. Recientemente Álex González acudía al domicilio de la que fuera su novia en el centro de la capital.
Vestido de manera informal con pantalones negros, jersey gris, deportivas y chaquetón negro, llegaba a primera hora de la tarde. El atractivo actor llevaba consigo numerosas bolsas y un transportín para animales.
Después de llamar al telefonillo de la casa, tuvo que esperar algunos minutos antes de que la guapa actriz le abriera la puerta. La íntima velada se prolongó hasta primera hora de la noche. Álex González abandonaba la residencia de la actriz, tranquilo y relajado, dirigiéndose hasta su vehículo, situado en una calle colindante.
Entretanto Adriana se asomaba al balcón y se despedía de él agitando la mano. Quién sabe si tan sólo se trata de un reencuentro casual o quizá de una segunda oportunidad que la pareja de moda haya decidido dar a su bonita historia de amor.