Alba Carrillo: "He sido castigada por mis propios caprichos y cabezonerías"

   MADRID, 25 May. (CHANCE) -

Alba Carrllo se abría este fin de semana en 'Las escaleras de los sentimientos" en el programa de 'Viva la vida'. Mcho parece que sabemos de la hija de Lucía Pariente, pero lo cierto es que de la joven no conocemos todo.

La guapa colaboradora, exmujer de Feliciano López, sorprendía a propios y extraños contando por qué fue al psicólogo, algo que nunca ha ocultado y donde estuvo en tratamiento en la clínica López Ibor. Lejos de creer que había sido por la separación de su marido y las supuestas infidelidades, lo cierto es que fue cuando el tenista le pedía matrimonio porque quería pasar por el altar: "Yo sabía que no iba a salir bien. Yo empecé a ir al psicólogo porque no me quería casar y el que iba a ser mi marido llamó a una amiga mía para que fuera. No tenía claro que me quería casar y no quería cambiar la vida de mi hijo", explicaba Carrillo ante la estupefacción de los presentes.

Sin embargo, hay un proceso todavía más duro porque Alba Carrillo ha tenido que pasar y por las que no deja de culparse, culparse como madre: "Quise tomar unas decisiones en mi vida que van asociadas a mi hijo... Por cambiarle de vida...", y nada tuvo que ver con Fonsi Nieto padre de su hijo. Tras estos años de dolor, Alba hace balance...

"(Lo de Fonsi) fue más natural, tenía que haber reflexionado más a la hora de irme a vivir con Feli y cambiar de colegio a Lucas. He sido castigada por mis propios caprichos", sentenciaba Alba.

"He vivido las consecuencias de mis propias cabezonerías. Debía haber reflexionado más. Soy muy pasional, pero eso está bien cuando estás sola en el mundo", se autoenjuiciaba Alba Carrillo. "También supongo que para él debió ser difícil. Por eso le he tenido más asco y más rabia a ese divorcio", recuerda con angustia la expareja de Fonsi Nieto.

Durante este proceso ha tenido que hacer un gran cambio consigo mismo y tener autocompasión con ella. Una compasión, bien entendida como lo que es, y como decía el propio Dalai Lama. La compasión (amabilidad) es el deseo de que todos los seres sintientes estén libre de sufrimiento: Es un sentimiento de amor desinteresado hacia los demás". De la misma manera, la autocompasión es el deseo de vernos a nosotros mismos libres de todo sufrimiento. Es un amor incondicional hacia nosotros mismos.

"Me he tenido que perdonar a mí, que es lo más difícil. Muchas veces me saboteo a mí misma, porque doy una imagen de mí que no soy yo", reflexionaba.

"Yo soy consciente cuando voy a perder los papeles. en un calentón puedo ser muy hiriente y exploto. En ese momento, puedo decir barbaridades que no siento y luego me siento fatal", reconoce la que fuera modelo.

Este balance también ha sido de arrepentimiento porque al final uno no se da cuenta de que se pierde uno hasta que se vuelve más consciente. Ella se arrepiente: "del tiempo mal gestionado por parte de los dos, con el padre de mi hijo. No hemos hecho las cosas bien. Todas la parejas sufren. Cuando los niños crecen habrá que dar explicaciones. Cuando hay una desavenencia todo el mundo es culpable. Hay una escalada de egos y luego entran las familias". Y ha sido con el fallecimiento, cuando han valorado todavía más si cabe la importancia de dejar las nimiedades a un lado y preocuparse más por lo importante: "Cuando el papá de Fonsi se ha ido nos hemos dado cuenta que nos queríamos un montón, aunque después de GH nos sentamos a hablar".

Aun así, reconoce que tanto Fonsi como ella, han intentado que Lucas no formara parte y no se diera cuenta: "Siempre hemos tenido al niño fuera de eso".

Sin embargo, ¿qué supuso Fonsi para Alba Carrillo? "Yo nunca le he mirado con rabia ni dolor. En un momento de mi vida pensaba que él me iba a apoyar y no fue así. Creo que él no fue el hombre de mi vida. A nivel gusto y aficiones no era el hombre de mi vida, pero a nivel de hacerme mujer si, porque fue el primero con el que me fui a vivir. Me emociono porque pienso en la suerte que ha tenido mi hijo con sus padres".

Alba en su introspección también reconoce que su pronto le pierde: "Hay que saber pedir perdón y hay veces que soy muy injusta" y pone un ejemplo: "No hay nada irreversible porque con la gente que me he distanciado es por algo. Cuando salí de GH me distancié de Miguel Ángel Nicolás y de Sonsoles (Ónega), por Frigenti. Pensé que habían sido demasiado neutros. Tengo ese arrebato que ni me enteré. a mi me duelen cosas que nadie entiende. Tuve una espinita un par de meses que no se merecen".