MADRID, 25 Jun. (CHANCE) - Desde hace meses corría gran expectación al rededor del 24 de junio, prometía convertirse sin duda en el día de Alejandro Sanz, que celebraría su concierto más importante en el Vicente Calderón, convirtiéndose en el último evento musical del emblemático estadio y en un autentico repaso tanto a su carrera como a su discografía, acompañado de grandes artistas nacionales e internacionales. Y así fue, anoche Alejandro Sanz consiguió hacer temblar el templo del Atlético de Madrid mucho antes de su demolición. Después de que las entradas se agotasen hace meses a escasos diez minutos de su salida al mercado, con el estadio completamente abarrotado y más de 50.000 personas aclamando su nombre, Alejandro Sanz hizo su aparición en el escenario del concierto más importante de su vida, como él mismo ha reconocido. Los éxitos se sucedían uno tras otro, acompañado de amigos -primero Dani Martín y después Pablo López- cuando Alejandro paró la música para dirigirse a su público: "Quiero decir una cosa, que no les de miedo soñar, no les de miedo creer en lo que crean, porque todo en esta vida se puede cumplir" confesaba emocionado el artista, desvelando que este concierto se trataba de un sueño cumplido y que si hace años veía a The Rolling Stone desde las gradas del mismo estadio ahora ha conseguido subirse a su escenario para agradecer a sus fans, a quienes les dedicó todo el espectáculo, todo su apoyo. Después se subieron al escenario Laura Pausini y Antonio Carmona para continuar con la fiesta. Durante la actuación de Malú y Antonio Orozco las pantallas se sumaron al juego de luces y color, dejando a los presentes sin ver lo que realmente ocurría en el escenario, lo que consiguió la pitada máxima del exigente público, que no estaba por la labor de perderse de vista a su estrella favorito ni un minuto, lo que ya forma parte de las anécdotas de Más es Más. Un concierto que se convirtió en un autentico repaso de emociones y sentimientos, haciendo al público viajar al pasado y que se mantuviese con "los pelos de punta" durante casi dos horas. Sin duda una de los momentos más emocionantes fue la aparición sobre el escenario de Pastora Soler, que volvió a subirse a las tablas después de un largo tiempo retirada. Niña Pastori también protagonizó otro de los momentos más especiales, consiguiendo las lágrimas de Alejandro ante la emoción de todo el estadio mientras cantaban Cuando nadie me ve. Pero igual de emocionantes fueron las actuaciones de Vanesa Martín, Juan Luis Guerra, Pablo Alboran, Miguel Bosé o el mismísimo David Bisbal que tuvo el privilegio de compartir con Sanz Y si fuera ella mientras era entonada por los 50.000 asistentes. Una auténtica fiesta que celebraba la carrera de Alejandro como uno de los artistas españoles más importantes del mundo y que llegó a su fin entre fuegos artificiales y lágrimas. Ante la amenaza de que terminase en lluvia al final lo único que se precipitó fue el confeti y la increíble emoción de presenciar uno de los conciertos más importantes del año.