MADRID, 16 Feb. (CHANCE) -
Álex González se ha convertido en el nuevo invitado de Volverte a ver. El actor ha tomado el relevo de otros rostros conocidos -Ana Obregón o Daniel Carvajal- en su visita al plató de Telecinco. Allí, ha querido sorprender y dar un impulso a una joven que sufrió un aparatoso accidente de tráfico en el que casi pierde uno de sus pies.
Decicido a abrir su corazón, el protagonista de Vivir sin permiso explicaba lo que le ocurrió a él veinte años atrás: "Cuando tenía 19 años tuve un accidente de moto. A esa edad, piensas que siempre vas a tener una oportunidad. Recuerdo que estudiaba interpretación en una escuela, pero lo veía como un divertimento. A causa del accidente, me corté el brazo por dos sitios, casi pierdo el brazo. En ese momento fue un disgusto tremendo, estuve muy limitado".
Pero lejos de ver ese accidente como algo dramático, Álex lo concibió como un impulso para llevar a cabo su sueño: ser actor. El ver la pérdida tan de cerca le hizo darse "cuenta de que no vamos a estar aquí todo el rato y no siempre va a haber un mañana, gracias a eso pude abrazar con más fuerza el sueño de ser actor". Una confesión que emocionó muchísimo al actor pues explicaba que cuando ve su cicatriz: "Pienso que la vida me dijo que luchase por mis sueños".
LA EMOCIÓN DE ISABEL AL DESCUBRIR A ÁLEX GONZÁLEZ
Esta historia ha servido para darle el impulso que Isabel necesitaba, pues ella se encuentra convaleciente de un accidente de moto: "Me preocupa parecer que llevo una pata de palo. Lo pasé muy mal, cuando tuve el accidente pensé que me iban a amputar el pie. Fue muy duro. Fue como abrir los ojos y decir, despierta que la vida son dos días, lucha por lo que quieres, por tus sueños. Antes me preocupaba por tonterías y en realidad, si tengo salud puedo hacer todo lo que me proponga".
Una confesión que dio paso al encuentro del actor con la joven. Una emocionada Isabel que le decía a Álex González: "Te como esa cara, solo por verte a ti el accidente ha valido la pena". Por su parte, el actor de El Príncipe le daba un último consejo: "Quiero decirte que hagas el ejercicio de no ver esa cicatriz como la mala suerte, la tienes que ver como una bendición y tenerla como recordatorio de lo importante que es perseguir tus sueños. Para tocar un corazón no necesitas correr, tienes esa mirada que refleja el alma tan bonita que tienes".