MADRID, 17 Dic. (CHANCE) -
La familia Torlonia llora la muerte de Marco Torlonia, Príncipe de Civitella-Cesi, primo hermano del rey Juan Carlos, que falleció el pasado 5 de diciembre a los 77 años de edad.
La misa funeral fue oficiada en la Basílica de San Lorenzo in Lucchina en Roma donde asistieron la madre de Alessandro Lecquio, así como a su hijo Álex en representación de la familia, ya que Alessandro se encuentra convaleciente por una operación en la pierna. A continuación sus restos mortales recibieron sepultura en el panteón familiar del cementerio Monumental de Verano.
Se trata de un primo hermano con el que el rey emérito Juan Carlos I compartió muchas vivencias de juventud en el bello palacio Torlonia de la Via Bocca di Leone romana, y cuyo fallecimiento se suma a la sentida pérdida, en 1995, de su hermano el príncipe Marino, un hombre de excepcional simpatía víctima trágica del VIH.
El solemne funeral se ofició el pasado martes a las 10 de la mañana en la Basílica de San Lorenzo in Lucchina en Roma, donde acudieron sus hermanas las princesas Alessandra, madre de Alessandro Lecquio, y Olimpia, su sobrina la princesa Sibila de Luxemburgo, y un nutrido grupo de miembros de la aristocracia romana para homenajear al jefe de una familia muy vinculada a España y especialmente a la representación española ante la Santa Sede.
La princesa Alessandra de Torlonia, que vestía de luto riguroso, se ayudaba para caminar con una muleta debido a una lesión que arrastra desde hace algunos meses. Junto a ella se encontraba su nieto Álex Lecquio Obregón, que eligió un traje azul marino y cortaba negra. Su hijo Alessandro Lecquio se convirtió en el gran ausente.
Los restos mortales del finado llegaban hasta la Basílica a hombros de algunos miembros de los servicios funerarios. Finalizado el sepelio se pudo ver a la madre del conde Lecquio abandonando la iglesia en compañía de su hija, la condesa Desideria di Assaba Torlonia. Tras ellas el joven Álex Lecquio, muy pendiente de su abuela en todo momento.
El hijo de Ana García Obregón no pudo evitar emocionado cuando los restos mortales de su tío abuelo, Marco Torlonia eran llevados nuevamente hasta el coche fúnebre para trasladarlos hasta el cementerio Monumental de Verano, donde recibieron sepultura en un íntimo ceremonia.
Desaparece así otro nieto de Alfonso XIII, pasando ahora la jefatura de los Torlonia a su hijo el príncipe Giovanni, el diseñador de ropas y de joyas propietario de la Villa Torlonia que es hijo del difunto y de su primera esposa, princesa Orsetta Caracciolo, cuñada del insigne cineasta Luchino Visconti.
El año pasado el fallecido se convertía en noticia a raíz de la venta de dos alhajas de su madre a través de la filial suiza de Christie's por un valor de 332.400 euros.
Además Marco Torlonia mantenía una estrecha unión con su sobrino Alessandro Lecquio, con el que se llevaba a las mil maravillas. La última vez que se les pudo ver juntos fue con motivo del funeral en memoria de la Infanta Beatriz en Roma en el año 2002.