MADRID, 5 Oct. (CHANCE) -
¡La encontraron! Sí, han sido los paparazzis quiénes han fotografiado a la actriz Amanda Bynes paseando por las calles de Nueva York, este pasado viernes 3 de octubre. Sus padres ya pueden estar tranquilos, pues ellos desconocían el paradero de su hija desde que fuese arrestada tras conducir bajos los efectos de algunas sustancias como la del medicamento psicoestimulante, Adderall.
Tras pagar una multa de 15.000 dólares, la actriz se fue rápidamente del lugar donde se encuentra viviendo con sus padres, en Los Ángeles para finalmente aparecer en la ciudad de Nueva York. Sin embargo, cuando se le ha podido ver en la ciudad de los rascacielos ha sido este viernes, mientras aterrizaba en el aeropuerto JFK y vista caminando por las calles del Upper East Side.
Con una tirita en la cara, la actriz aparecía de esta guisa, sin saber si algún accidente le habría ocurrido. El caso es que desde que desapareció a finales del mes de septiembre, han pasado varios días hasta volver a localizarla. ¿Dónde habrá estado? La verdad es que la respuesta a esta cuestión es todo un misterio.
HABLANDO CON LOS ÁRBOLES O SOLA EN RESTAURANTES
Desorientada, vestida con lo primero que he encontrado: unos pantalones de chándal, una chaqueta en tono mostaza de punto, chqueta vaquera y una bufanda, Amanda Bynes entró de esta guisa en una de las exclusivas joyerías de este barrio de Nueva York, según informaba TMZ.com.
Según fuentes cercanas han informado a este mismo portal que Amanda fue vista en Union Square, de manera paranoica e incluso hablando con objetos inanimados como árboles.
Antes de embarcarse a Nueva York, la joven actriz decidió entrar en un restaurante para tomar algo completamente sola en una mesa destinada a grupos más grandes manteniendo una actitud extraña. No sabemos si este extraño comportamiento estará relacionado con que no se ha llevado su medicación para la esquizofrenia que le detectaron los médicos tiempo atrás cuando comenzaron sus problemas con la justicia, por armar demasiado jaleo en su apartamento cuando tuvo que ser desalojada.
Según publica E! News, varios clientes del restaurante fueron testigos de otro de los comportamientos 'raros' de Amanda Bynes. Al parecer, la actriz había cogido todo su maquillaje y lo había puesto encima de la mesa, para posteriormente hablar sola. "Tenía coherencia a la hora de hablar con el personal", explicaba un testigo. "No parecía como si estuviera bajo los efectos de las drogas ni nada por el estilo, ya que habló muy normal. Sin embargo, sus gestos relataban una historia muy diferente. Estaba inquieta y descuidó sus modales en la mesa", terminaba de relatar este testigo para E! News.
Por ahora no sabemos donde se aloja Amanda Bynes pero esperemos que pronto recupere la guía hacia el buen camino y no preocupe de esta manera a sus padres.