Amelia Bono, tipazo en las playas de Ibiza en familia

Jose Oliva Garcia
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CHANCE/JOSE OLIVA GARCIA
Actualizado: lunes, 6 julio 2015 10:16

   MADRID, 6 Jul. (CHANCE) -

   Amelia Bono, que vive volcada en sus hijos Jorge, de cinco años, Manuel de tres, y Gonzalo de un año y siete meses, ya disfruta de sus vacaciones en la paradisíaca isla de Ibiza, lugar elegido por la familia de su marido cuando llega el verano. El matrimonio llegó con su prole al aeropuerto de Ibiza para disfrutar de unos días de descanso.

 

AMELIA BONO Y MANUEL MARTOS, JORNADA PLAYERA CON EL PEQUE DE LA CASA

   Gonzalo, que vino al mundo hace ya año y medio, ha viajado a la isla con sus papás. “No puedo ser más feliz, ya tenemos a Gonzalo con nosotros”. Así presentaba Amelia Bono en sociedad, a través de las redes sociales, al nuevo miembro de su familia, su tercer hijo. El niño, que vino al mundo en la madrileña Clínica Ruber, ya tiene casi dos años.

   El matrimonio, que se casó en junio de 2008, conseguía así tener familia numerosa, y todos chicos, ya que son padres además de Jorge, de cinco años, y Manuel, de tres. Amelia se quedaba con las ganas de tener una niña, al menos de momento, porque no lo descarta en un futuro: “Por mí encantada, pero Manuel no lo tengo yo muy claro, será cuestión de convencerle”, ha explicado en alguna que otra ocasión.

   De momento, mientras deciden si van a ampliar la familia en busca de la niña, disfrutan de sus tres retoños a los que colman de mimos y atenciones. En esta ocasión disfrutaron de una jornada playera con su pequeño Gonzalo.

 

MUY PADRAZOS, COLMARON A SU NIÑO DE MIMOS Y ATENCIONES

   Aprovecharon el buen tiempo reinante en Ibiza para bajar a la playa con el pequeño de la casa. Amelia, a pesar de haber sido madre en tres ocasiones, luce espectacular. Se decantó por un bikini bicolor, braguita negra y bandeau estampado. Muy precavida, se resguardó del sol con gorra negra de la firma Adidas. Mientras, Manuel acompañaba a su pequeño, al que cogió en brazos para calmarle, y es que Gonzalo no paraba de llorar.

   También hubo tiempo para la relajación y el aperitivo mientras el pequeño Gonzalo dormía en el carro después de que sus padres se encargaran de relajarle tras un berrinche. Amelia y una amiga, se marcharon a por bebidas refrescantes.

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