La bióloga, a escasos días de presentar las Campanadas en TVE, se sincera con una conmovedora entrevista en la revista ELLE en la que habla de cómo es su vida tras la muerte de su hijo Aless en mayo de 2020
MADRID, 29 Dic. (CHANCE) -
A falta de pocos días para que reaparezca en las Campanadas de La 1 junto a Anne Igartiburu, Ana Obregón protagoniza una impactante entrevista en la revista ELLE, en la que habla sin tapujos de la pérdida de su hijo Aless Lequio, que falleció a los 27 años de edad víctima de un cáncer. "Su ejemplo hace que yo luche a diario para encontrar un motivo por el que volver a vivir sin él", confiesa la presentadora, incapaz de superar el dolor por la muerte de la persona más importante de su vida.
Ana, que también perdió recientemente a su madre - Ana María Obregón, que falleció el pasado 22 de mayo a los 95 años - se encuentra volcada en el cuidado de su padre y en su trabajo al frente de la fundación que lleva el nombre de su hijo, dedicada a apoyar a los enfermos de cáncer y a sus familias. "Somos el país que menos dinero invierte en esto porque se trata de un problema que no afecta directamente a la economía: ojalá se destinara al cáncer la misma cantidad de euros que a la vacuna del covid", se lamenta.
Además, y poco a poco, recupera su carrera con apariciones puntuales en diferentes medios de comunicación, ya que como asegura, el trabajo es su vía para abstraerse de una realidad marcada por el sufrimiento. En este sentido, señala que ya no es la Ana Obregón de antes cuando se pone frente a la cámara - "la de ahora es mucho más profunda y comunicativa" apunta - y confiesa que leer libros relacionados con la muerte y meditar la ayudan a encontrar la calma.
A corazón abierto, Ana recuerda cómo, el día que les comunicaron que Aless estaba enfermo, su hijo le preguntó: "Mamá, ¿me voy a morir?". "Le juré por mi vida que iba a salvarse. Y no pude cumplirlo. Es algo que no me perdono" admite abatida, destacando que el joven siempre insistía "en que lo importante era estar con la gente que quieres, el tiempo que le dedicas". "Aless me enseñó a querer y cómo querer", asegura.
Luchando día a día por recuperar la sonrisa y las ganas de vivir tras el golpe más duro que una madre puede sufrir, la actriz confiesa que no quiere buscar "ayuda externa" ni tampoco "tomar pastillas" para superar su dolor; "tengo que hacerlo sola y exteriorizar los sentimientos". "Mi dolor es su dolor, él quería vivir. La tristeza me une a mi hijo, es lo que me sale. El día que Aless se fue, me morí" asegura más sincera que nunca.
Sin embargo, y a pesar de su abatimiento por la pérdida de Aless, Ana sabe que "volveré a brillar aunque ahora esté apagada, pero mi corazón está de luto". Emocionada, la bióloga agradece en la entrevista el cariño que recibe de sus seguidores de Instagram, del que ha hecho una pequeña ventana donde "compartir el dolor cuanto me muerde, un corazón desangrándose, sin Photoshop ni retoques".
Una entrevista tan sincera como desgarradora en la que, sin embargo, Ana deja claras sus ganas de vivir, de aprender a vivir sin Aless, y de recuperar poco a poco, y siempre con su hijo en el recuerdo, la sonrisa de la mano de lo que más le gusta hacer; entretener al público.