MADRID, 10 Mar. (CHANCE) -
Después del calvario que supuso pasar seis meses en Estados Unidos para acompañar a su hijo en su batalla contra el cáncer, poco a poco Ana Obregón está recuperando su vida y ha vuelto a los eventos de sociedad con la mejor de sus sonrisas y ese carácter tan divertido que la define y con el que consigue acaparar todas las miradas.
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La actriz ha disfrutado este fin de semana de la feria taurina del Milagro de Illescas, donde pudimos verla muy atenta de las faenas de Morante de la Puebla, Roca Rey y Sebastián Castella. Sin embargo, Ana consiguió acaparar la atención por encima de los toreros que se jugaban la vida.
Ana acudió acompañada de su amigo Raúl, con el que pudimos verle comentar la jornada desde el tendido con fuertes aspavientos y gesticulando. La bióloga se mostró de lo más preocupada por la seguridad de los toreros, sin poder ocultar en su rostro tanto la emoción como los nervios.
También pudimos ver como Ana disfrutaba de una cerveza fresca de lata y comía unas papas fritas de bolsa para amenizar la jornada. La actriz se mostró de lo más interesada, resolviendo todas sus dudas taurinas, sin disimular los sentimientos que iba teniendo durante el transcurso.
Sin duda, un espectáculo mucho más entretenido y divertido el ofrecido por Ana para aquellos que acudiesen a la plaza sin ser grandes aficionados del toreo.