MADRID, 11 Jun. (CHANCE) -
Arropada por todos los suyos en una nueva feliz estampa familiar, Ana Rodríguez se estrena como empresaria dentro del mundo de la belleza con su propia firma de cosmética. Está viviendo uno de los mejores momentos de su vida y se siente afortunada. Cuatro años después de su divorcio del ex presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, con el que estuvo casada casi tres décadas, la empresaria ha vuelto a creer en el amor. El culpable es Ernesto Manrique, un empresario de origen mexicano nueve años menor que ella que ha congeniado a la perfección con sus cuatro hijos. Junto a él vive una discreta relación que le está aportando felicidad y tranquilidad.
La cordial relación que mantiene con su ex marido José Bono se ha visto reforzada tras la felicidad que han compartido al haber sido abuelos por tercera vez hace unos meses, tras la llegada del tercer hijo de su hija Amelia.
-Enhorabuena por tu nueva faceta como empresaria dentro del mundo de la cosmética.
-Gracias, estoy encantada, feliz con este proyecto, con mucho entusiasmo y muchas ganas.
-¿Qué esperas de Oceanyx, esta nueva marca que sacas al mercado?
-Que la conozcan las mujeres y los hombres y guste. Es una línea unisex y hemos empezado con seis serum pensados para diferentes edades basados en principios activos que vienen del océano y seguiremos con otras innovaciones. Creo que hoy en día las empresas deben tener responsabilidad social, por eso la serigrafía de nuestra marca se la hemos confiado a la Asociación Síndrome de Down de Toledo. Además estoy hablando con Oceana, una organización que defiende los fondos marinos para colaborar con ellos.
-¿Eres una mujer muy preocupada por la belleza?
-Tengo una piel atópica muy complicada que siempre me ha generado muchos problemas, lo que me ha hecho recurrir a buscar siempre productos especializados, primero para mí y ahora para los demás también. El serum fue un gran descubrimiento para mí. Las mujeres que trabajamos no tenemos tiempo para conseguir la rigidez y la disciplina de usar muchos productos.
-¿Cuánto tiempo llevas soñando con hacer realidad este proyecto?
-Llevo tiempo con la idea, tres años, buscando laboratorio y sacando adelante todos los preparativos.
-Tus hijos no han dudado en apoyarte.
-Sí, saben que es un día muy importante para mí, llevo mucho tiempo trabajando en este proyecto, invierto mi dinero y me arriesgo, era importante para mí que los míos estuvieran conmigo a la hora de presentarlo.
-Serán tus clientes número uno, ¿no?
-Todos, ahora no pueden utilizar otros productos. (Ríe)
-Amelia es la que está más cerca de ti.
-Todos me apoyan pero Amelia es la que está más cerca, vivimos cerca la una de la otra, compartimos el día a día y también trabajamos juntas. A mi me encanta estar con mis nietos, quiero estarlo. José pasa mucho tiempo con los caballos y Ana trabaja fuera de España, está en Londres y ahora se va a Estados Unidos, más lejos aún pero tienen que volar y hacer su vida.
-¿Cómo llevas tenerla tan lejos?
-Bien, ella está contenta, la veo feliz y eso me hace feliz a mí. Nunca he cortado las alas a mis hijos, al contrario. les he enseñado desde muy jóvenes a ser responsables y saber utilizar su tiempo aunque algunas veces haya tenido que ponerte estricta, porque la vida es difícil.
-¿Amelia se parece a ti?
-Los parecidos físicos a mí me cuesta sacarlos pero en carácter Amelia es como su padre, Ana más como yo y José es un buenazo, vive entre mujeres así que tiene que ser un santo, es un chico muy fácil, bueno y generoso.
-El mundo de la hípica habrá contribuido a eso.
-Sí, dedicarte a la competición es muy bueno para la vida, aprendes a ganar y a perder y lo importante que es el esfuerzo. Te enseña muchas cosas de la vida, la vida no te da las cosas de forma fácil.
-¿Es tu ojo derecho?
-Mi niño es mi niño, es que es tan bueno...
-¿Ser abuela te ha cambiado mucho la vida?
-Sí, estoy feliz de ser abuela, me encanta.
-¿Tú también quieres que sea niña?
-No, Amelia es la que quiere la niña, yo cuando viene un bebé lo que quiero es que venga bien, los niños son tan graciosos y tan estupendos. Además los chicos son siempre más de madre, las niñas a las madres nos dan siempre caña. Para José estoy siempre estupenda, sin embargo mis hijas suelen sacarme pegas.
-¿Te dejas aconsejar por ellas?
-Las escucho, siempre hay que escuchar pero a veces las hago caso y a veces no.
-¿Qué papel juega Ernesto en tu vida?
-Es mi pareja, la persona que me acompaña. Estamos muy bien juntos. Es una nueva etapa de mi vida, diferente. Nunca había esperado a mi edad y en estos momentos de mi vida volver a encontrar una persona con la que compartir mi vida pero así ha sido y estoy muy bien. Es un hombre educado, muy apacible y que se lleva muy bien con todo el mundo, también con mis hijos.
-¿Pensáis en boda?
-No, me da pereza.
-¿Y si te lo pidiera?
-Qué complicado, eso no puedo contestarlo públicamente (Ríe)
-Te ha propuesto llevarte a México.
-Sí, iremos este verano de viaje.
-¿Vivir allí?
-No, eso sería muy complicado para mí.
-¿Te costó volver a confiar en el amor?
-No, estuve cuatro años sola y nunca pensé en eso, estaba muy centrada en mi trabajo y mis niños y apareció el amor.
-Es muy bonito veros posar a todos juntos como una gran familia.
-Sí, hay buena relación entre Ernesto y mis hijos, mis hijos son lo suficientemente mayores como para entenderlo y además Ernesto es una persona con la que es muy fácil llevarse bien.
-¿Has cambiado mucho respecto a la que eras cuando estabas casada con un político?
-No, yo soy la misma, lo que pasa es que antes se me veía en otros ámbitos. Estar casada con una persona que tiene una representación pública requiere estar en segundo plano. Entonces yo no era la protagonista, mi obligación era mantenerme en segundo lugar.
-¿Mantienes buena relación con José Bono?
-Sí, muy buena. No es un amigo, es algo más importante, el padre de mis hijos. Tenemos la obligación de que sea así porque tenemos cuatro hijos en común y tres nietos.
-¿Conoce a Ernesto?
-Se conocen pero nada más.