MADRID, 27 Mar. (CHANCE) -
En el punto de mira por su supuesto desencuentro con Agustín Pantoja por la exposición que ha hecho en redes sociales de su tía, Isabel Pantoja, durante su gira por Norteamérica -motivo por el que la tonadillera no habría contado con ella ni con su equipo de peluquero y maquillador en su viaje a Mónaco para asistir al Baile de la Rosa- Anabel Pantoja está sobrepasada.
A las especulaciones sobre su distanciamiento con su tío se unen, además, los rumores de 'affaire' con un atractivo canario llamado Aransahi Cazorla con el que se la vio de lo más cómplice durante los carnavales de Maspalomas, y el polígrafo al que se ha sometido su presunto hermano, 'Pinocho', revelando que entre ellos hubo un 'roneo' cuando todavía no sabía que podía ser hijo de su padre, Bernardo Pantoja.
Demasiados frentes abiertos que hacían que hace unos días Anabel estallase en sus redes sociales. Destrozada, y sin poder contener las lágrimas, la influencer reivindicaba su derecho a vivir su vida sin ser juzgada: "Me siento como una puñetera delincuente" confesaba hundida.
Un desesperado grito tras el que la sobrina de Isabel Pantoja ha reaparecido en Sevilla, reaccionando de un modo cuanto menos 'surrealista' al ver a las cámaras a la puerta de su casa: "De verdad, déjame, por favor. Buenos días y disculpa que me vaya, pero es que no te voy a atender. Lo siento. ¡Lo siento! ¿Me dejas en paz, por favor? Es que estoy siendo muy respetuosa" ha exclamado bastante enfadada antes de echar a correr y huir del lugar a toda velocidad, dejando en el aire qué hay de cierto en su encontronazo con su tío Agustín.
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Una actitud poco habitual en una persona acostumbrada a que todo lo que hace se convierta en noticia, que la propia Anabel ha querido justificar en sus redes sociales, explicando el por qué de su huida: "Ha sido un poco surrealista. Acabo de salir de casa para recoger unos resultados médicos, nada preocupante, me voy a probarme las medidas del traje de flamenca y sales con todas las cosas en la cabeza y de repente te encuentras aquí a la prensa y flipas porque dices ¿qué ha pasado? Y me he echado a correr".
Algo que la sevillana cree que ha sido "bastante gracioso" aunque no ha dudado en disculparse con el reportero, "que siempre es súper educado". "Le pido disculpas" ha añadido, admitiendo que su comportamiento no ha sido el más acertado.