El futbolista medita cuál será su próximo destino disfrutando de unas vacaciones en Ibiza con su mujer y sus 5 hijos, que en esta ocasión no acompañaron a la pareja a uno de los chiringuitos más populares de la isla pitiusa
MADRID, 6 Jul. (CHANCE) -
Después de cinco temporadas jugando en Japón, en las que se ha convertido en un verdadero ídolo para los nipones -que le llaman 'el emperador'- Andrés Iniesta ha decidido cambiar de aires. Tras su adiós al Vissel Kobe, y demostrando que la retirada todavía no entra en sus planes a sus 37 años, el centrocampista medita cuál será su próximo destino.
Y qué mejor lugar para ello que Ibiza, donde está disfrutando de unas merecidas vacaciones en compañía de su mujer, Anna Ortiz, y de sus cinco hijos: Valeria (11), Paolo (8), Siena (5), Romeo (3) y la pequeña Olympia, nacida el pasado 26 de febrero.
En esta ocasión la pareja ha aparcado por unas horas su faceta de papás para relajarse en uno de los chiringuitos más populares de la isla, Beso Beach, en compañía de unos amigos. Tan enamorados como el primer día cuando están a punto de celebrar su 11º aniversario de boda, Iniesta y Anna compartieron confidencias y risas mientras degustaban una refrescante bebida.
Por lo que parece, el exjugador del Barça no está preocupado por su futuro profesional tras cinco años en Japón, donde como ha reconocido tanto él como su familia han sido muy felices y se han sentido muy queridos en todo momento. Suena con fuerza su posible fichaje por el Inter de Milán para la próxima temporada. Rumores sobre los que por el momento el de Albacete no se ha pronunciado.
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