MADRID, 25 Oct. (CHANCE) -
Hace 12 años falleció Marcheline Bertrand, la madre de Angelina Jolie, tras una década luchando contra el cáncer de ovario. Marcheline tan solo tenía 56 años y Angelina 32, ambas muy jóvenes para perderse mutuamente. Pero, este no es el único caso de cáncer en su familia; su abuela materna murió a los 45 años de cáncer de ovario, mientas que su tía materna murió a los 61 de cáncer de mama. Esta dura batalla que vivió la familia de la estrella durante años años dejó un daño irreparable en Angelina y una importante lección: cuidar su salud, costase lo que costase. En un ensayo que la actriz ha escrito para el periódico Time, Jolie ha reflexionado sobre la enfermedad que le ha arrebatado tanto a su familia.
"Recuerdo que una vez sostenía la mano de mi madre, mientras recibía quimioterapia, cuando comenzó a ponerse morada y tuve que correr para buscar a la enfermera", comienza diciendo, saltando después a otro momento de su larga estancia en el hospital junto a su madre: "Mientras estaba de pie en el pasillo del hospital esperando que el cuerpo de mi madre fuera recogido y llevado para ser cremado, su médico me dijo que le había prometido a mi madre que se aseguraría de que me informaran sobre mis opciones médicas". Fue en ese momento cuan do empezó a consultar a los médicos, realizándose finalmente en 2013 una doble mastectomía preventiva tras descubrir que tenía un gen BRCA1 defectuoso, responsable del desarrollo de cáncer de mama y ovario. Dos años después, en un control médico rutinario, Jolie descubrió que empezaba a padecer signos tempranos de cáncer de ovario, por lo que la actriz se sometió a una doble ovariectomía preventiva.
"A menudo me preguntan cómo me han afectado mis decisiones médicas y hablar en público acerca de ellas. Simplemente creo que tomé decisiones para mejorar mis probabilidades de estar aquí para ver a mis hijos convertirse en adultos y conocer a mis nietos", continúa diciendo en el ensayo. "Mi esperanza es darles todos los años que pueda a sus vidas y estar aquí para ellos. He vivido más de una década sin mi madre y ella conoció solo a algunos de sus nietos y a menudo estaba demasiado enferma para jugar con ellos".
Uno de los problemas a los que tuvo que enfrentarse Angelina tras sus intervenciones quirúrgicas para disminuir su riesgo de cáncer, de hasta un 85% a menos de un 5%, fue la llegada de una menopausia prematura, incluso habiéndose sometido a un tratamiento hormonal para retrasar su llegada. Pero, la actriz mira sus hijos y no se arrepiente de nada: "Ahora, para mí es difícil considerar cualquier cosa, en esta vida divinamente guiada, cuando pienso en lo mucho que se habrían beneficiado sus vidas si hubiesen tenido más tiempo con ella, su protección, su amor y su gracia. Mi madre luchó contra la enfermedad durante una década y llegó a los 50 años. Mi abuela murió a los 40 años. Espero que mis elecciones me permitan vivir un poco más", escribe sin tapujos.
"Llevo un parche hormonal y necesito hacerme chequeos médicos de forma regular. Veo y siento cambios en mi cuerpo, pero no me importa. Estoy viva y, por ahora, soy capaz de controlar y manejar todos los problemas que heredé. Me siento más conectada con otras mujeres, y a menudo tengo conversaciones muy personales con extraños sobre la salud y la familia", continúa diciendo, hablando a continuación de un hecho delicado: las cicatrices de haberse sometido a dos operaciones invasivas: "La gente también pregunta cómo me siento acerca de las cicatrices físicas que llevo. Creo que nuestras cicatrices nos recuerdan lo que hemos superado. Son parte de lo que nos hace únicos. Esa diversidad es una de las cosas más bellas de la existencia humana".
"He aprendido que, cuando se trata de la salud de la mujer, los avances médicos son solo una parte del proceso. La salud mental y emocional y la seguridad física son igual de importantes. Sin eso, puede haber una falsa sensación de que una mujer está siendo cuidada pero, la realidas es que se está desmoronando debido a otras presiones en su vida que no están recibiendo atención", añade, finalizando su ensayo con una reflexión tras años de lucha contra el cáncer: "Ahora entiendo por qué a menudo nos enfocamos en el cáncer u otra enfermedad que afecte a la mujer, pero olvidamos el diagnóstico más grande: la situación de su familia, su seguridad y si está padeciendo estrés que reduzca su salud y haga sus días más difíciles", finaliza Jolie.
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