MADRID, 3 Jun. (CHANCE) -
Este jueves se ponían a la venta las entradas para el concierto benéfico de Ariana Grande en Manchester de este domingo en el que irá acompañada de grandes de la música como Katy Perry o Miley Cyrus, entre otros. Desde que ocurriera el atentado en uno de sus coniertos el pasado 22 de mayo, la cantante no ha parado de volcarse con las víctimas.
Desde que un hombre se inmolara en pleno concierto de Ariana Grande donde habían miles de niños fans de la artista estadounidense, la joven de 23 añitos ha estado devastada por lo sucedido pero, sobre todo, ha demostrado su enorme corazón al volcarse de lleno en sus fans afectados.
La artista decidió cancelar sus próximas citas con su público para recuperarse anímicamente del terrible suceso. Y es que algo así, deja huella de por vida. Sin embargo, no solo ella, sino que muchos artistas internacionales han querido lanzar un mensaje el mundo y es que el terror no puede ganar la partida y que la música jamás será silenciada por nadie.
Primero, se informó de que la artista estaría dispuesta a pagar los funerales de las víctimas, rota por el dolor. Después, llegó la gran noticia de su nuevo concierto en la ciudad conmocionada por el sufrimiento: One Love Manchester con el que quiere recaudar fondos para ayudar a las víctimas de la tragedia.
Pero no contenta con eso, la joven que llegó ayer mismo a la ciudad de Manchester, quiso visitar nada más poner un pie en tierra a las pequeñas víctimas del atentado. La visita alegró los corazones de los fans que siguen recuperándose de las lesiones sufridas en el concierto.
Durante su visita a los pequeños, la ídolo musical firmó camisetas y se hizo fotos de lo más divertidas con los niños, algunas llegaron a las redes para mostrar la felicidad y la ilusión con la cual los pequeños habían recibido a Ariana.
Es evidente que la joven no para de pensar en las víctimas e intenta ayudar en todo lo que puede. Además, parece que poco a poco Ariana se va recuperando de lo vivido e intenta volver en lo que cabe a la normalidad, sin permitir que el terror gane la partida.