MADRID, 5 Feb. (CHANCE) -
En plena cuenta atrás para su boda el próximo 6 de abril, Teresa Urquijo y Moreno y José Luis Martínez-Almeida están viviendo momentos únicos que quedarán grabados en su memoria para siempre. El pasado 27 de enero la pareja celebraba su pedida de mano en la finca de la familia de la novia, acompañados tan solo por su círculo más cercano.
Haciendo de la discreción su seña de identidad, el alcalde de Madrid y su prometida evitaban hacer pública ninguna imagen de la fiesta con la que han sellado su compromiso, aunque sí han trascendido ciertos detalles del evento, como que el político popular sorprendió a su amor con un inmenso ramo de 72 rosas rojas valorado en 350 euros; o que Teresa regaló a su futuro marido un reloj.
Y continuando con las celebraciones, las mejores amigas de la novia la han dejado sin palabras al llevársela de sorpresa este fin de semana a Milán para despedir su soltería por todo lo alto con un plan de lo más divertido.
Ha sido Luisa Bergel -íntima amiga de Teresa y de Tamara Falcó e Íñigo Onieva- la que ha compartido en redes sociales el álbum privado de la última escapada de la prometida de Martínez-Almeida antes de su boda, pletórica con el planazo con el que la ha sorprendido su pandilla de 7 amigas para decir adiós por todo lo alto a su vida de soltera.
Un viaje en el que, desinhibida y con una gran sonrisa que pocas veces le hemos visto -ya que es muy tímida- la joven ha lucido un sombrero de cowboy blanco en el que se podía leer 'Bride' (novia), y en el que no ha faltado de nada, aprovechando al máximo 48 horas que una de las novias del año no olvidará jamás.
Alojadas en un lujoso apartamento cercano al Duomo, las amigas aprovecharon las mañanas para hacer turismo por Milán, y las noches para pasárselo en grande disfrutando del ambiente nocturno de Milán. Cena en un restaurante asiático, karaoke, bailes en una discoteca mientras tomaban unas copas... Un plan de lo más completo que ha hecho muchísima ilusión a Teresa, que como ha confesado a su entorno más cercano no podría haber elegido una manera mejor de decir adiós a la soltería.