MADRID 9 Ene. (CHANCE) -
La felicidad de Carmen Cervera es evidente. La Baronesa Thyssen acaba de disfrutar de sus primeras Navidades junto a su hijo Borja y sus nietos tras haber puesto fin a la guerra judicial y personal que mantenían desde hace años.
Tras retomar sus compromisos profesionales después del periodo vacacional, se ha dejado ver tranquila y relajada disfrutando de una jornada de rebajas en la Milla de Oro de la capital, una de sus predilectas.
Durante los últimos siete años la baronesa Thyssen había celebrado las Navidades sin la presencia de su hijo Borja y, por extensión, de Blanca y sus nietos. Pero esta vez todo ha cambiado y por fin los desencuentros maternofiliales quedaron aparcados para volver a reencontrarse una vez superados los malos rollos que existían entre las dos partes.
Como recordaremos, sus diferencias se terminaron hace unos meses cuando decidieron enterrar el hacha de guerra. Fue entonces cuando Tita decidió retirar la demanda contra el matrimonio por revelación de secretos y acordó la devolución de los cuadros que, según Borja, su padre adoptivo, el barón Thyssen, le había regalado. Desde entonces, la orgullosa abuela ha podido disfrutar por fin de sus tres nietos Sacha, Eric y Enzo, además de poder conocer el pasado 30 de noviembre a Kala a las pocas horas de su nacimiento.
Finalizado el periodo vacacional, Tita Cervera ha retomado sus quehaceres cotidianos. Coincidiendo con el periodo de rebajas de enero, aprovechó para disfrutar de una tranquila jornada de compras en el centro de la capital, visitando las tiendas más exclusivas de la Milla de Oro.
Se detuvo en el establecimiento de la firma Prada donde adquirió algunas prendas de vestir para la temporada de invierno. La baronesa Thyssen eligió un look 'total black' con pantalón, chaquetón y botines que combinaba con un bolso oversize y gafas de sol redondas. Sorprendió con un cambio en su habitual color de pelo: de rubio a pelirrojo, que le da un aire más bohemio.