MADRID, 14 Mar. (CHANCE) -
Salimos de un bautizo y nos metemos... ¡En una boda! No han sido pocos los medios que apuntan que el pasado sábado 12 de marzo fue un día demasiado especial para Kiko Rivera y su pareja, Irene Rosales. Y no, no porque hubieran bautizado a su hija Ana, que también, sino porque fue el momento ideal para que el hijo de Isabel Pantoja hincara la rodilla y le pidiera matrimonio a la joven.
El Programa de Ana Rosa adelantaba la noticia aunque ha sido la revista ¡Hola!, la que nos ha confirmado que sí, que el hermano de Francisco y Cayetano Rivera decidió dar un paso más en su relación con Irene y además de haber creado una familia, ha decidido formalizarlo pasando por el altar. Sería pues otro de los grandes eventos a los que se enfrentará el clan más famoso del papel couché.
'¡Nos vamos de boda!' es lo que habrá pensado Chabelita y Anabel Pantoja cuando hermano/primo hizo lo que ya adelantó en Sálvame, Kiko Hernández. Todo sucedió en la Hacienda de Santa María, el lugar donde se celebró el convite y donde posteriormente apareció Isabel Pantoja, pues la artista no acudió a la celebración religiosa en la Iglesia de Santa Ana (Sevilla).
Aprovechando la coyuntura de que era un día muy festivo para Kiko, a pesar de que le reventaron la sorpresa y tal y como ha confesado Belén Esteban en su programa, el hijo de la tonadillera le llamó para expresar su malestar por todo lo que había sucedido, pero esto no deslució este romántico 'regalo'. ¿Qué mejor momento que celebrar el amor a la pequeña Ana que celebrando el amor entre sus padres?
Según avanzó El Programa de Ana Rosa, concretamente Pepe del Real, la pedida de mano fue tradicional, donde Kiko Rivera hincó la rodilla ante Irene Rosales y con una proyección de las imágenes de los años de relación de la pareja. Finalmente, no fue como avanzó Kiko Hernández el pasado Sálvame del viernes 11 de marzo, pues la pedida no se realizó en la iglesia ante el altar.
Todo un notición para el mundo del corazón y que encamina así al primogénito de Isabel Pantoja hacia una ceremonia que dará muchísimo de qué hablar.