MADRID, 26 Jun. (CHANCE) -
El fin de semana del 22 y 23 de junio se puede proclamar por todo lo alto como el fin de semana de las bodas. Belén Esteban y María Pombo son dos de las novias que han escogido el mismo fin de semana para celebrar uno de los días más inolvidables de sus vidas. Dos bodas diferentes, dos vestidos diferentes, dos looks completamente opuestos.
Mientras que María Pombo se decantó por un look mucho más moderno y atrevido, que destacaba por su sencillez, Belén Esteban escogió un vestido mucho más recargado, de cuento de hadas. Ambas deslumbraron con sus elecciones, que les sentaban como un guante y eran todo un reflejo de la personalidad de las celebrities. Pombo, siguiendo las tendencias de moda del momento, y Esteban, haciendo gala de su gusto por lo clásico y principesco. Para sus segundos vestidos cambiaron las tornas, y esta vez fue María la que deslumbró con un look mucho más recargado y rocambolesco, escogiendo Belén, por otro lado, un vestido de corte imperio, sencillo y sin apenas adornos.
UN VESTIDO PARA LA CEREMONIA
Para la ceremonia y el banquete, María Pombo escogió un vestido de la marca Yolancris, de estilo minimalista con corte sirena y escote halter. Destaca por la avertura en los costados y la espalda, que corta la continuación de los botones. Esta pieza única no tenía ni un solo adorno sobre la tela más allá del borde trenzado del escote y los tirantes. Pero, que el vestido fuese tan sencillo tenía un propósito: la larga chaqueta de tul que hacía las veces de cola. El tul de la chaqueta era completamente transparente y estaba bordado a mano en motivos de estrellas, flores y formas geométricas, decorado con pedrería y perlas. En la misma línea escogió el peinado, una coleta de tres gomas adornada con una trenza de espiga y diversos mechones sueltos enmarcando su cara. Como complemento tan solo escogió unos delicados pendientes de la marca Suárez, en oro blanco con diamantes y zafiros.
Por otro lado, Belén Esteban también se decantó por un traje hecho especialmente para ella, por la diseñadora Fátima Álvarez, para al ceremonia civil. El vestido, de corte princesa, llevaba mangas de estilo francés y escote en forma de uve, todo ello confeccionado en encaje Chantilly en forma de hojas y flores. El propio encaje continuaba por la falda de tul diseminándose por toda la tela, hasta llegar a la cola. Quizá la parte más espectacular del vestido fuese la espalda, que quedaba prácticamente al aire, enmarcada por el propio encaje en forma de flores y una fila de botones a lo largo de la columna. Como complementos, la novia llevaba unos pendientes de oro blanco y diamantes cayendo en triple cascada y un brazalete trenzado en la muñeca, también de oro blanco. Para completar el look, Belén Esteban se decantó por un moño alto con volumen en la base y varios mechones sueltos enmarcándole la cara. Como último toque, añadió una serie de flores de oro blanco y brillos en un lateral del recogido.
EL SEGUNDO VESTIDO DE LA NOVIA
En la boda de María Pombo, una vez finalizado el banquete se dio paso a una fiesta de estilo chill out, mucho más playera e informal, y la recién casada cambió su vestido de novia por uno mucho más apropiado para el momento. También de la marca Yolancris, y siguiendo la corriente boho chic, el vestido era ajustado y de tirantes, adornado con encajes, transparencias y flecos. Como un extra, la influencer decidió añadir una camisa de manga larga en color blanco y semitransparente, que anudó por debajo del pecho, dándole un toque desenfadado y rebelde al look. En este caso, se dejó la melena al aire y añadió un colgante en forma de cruz con zafiros rosas y diamantes.
Un segundo vestido también fue la elección de Belén Esteban para abrir el baile nupcial y dar inicio a la fiesta. Para ello escogió otro vestido de la diseñadora Fátima Álvarez, siguiendo esta vez la sencillez de los vestidos de influencia griega. El vestido, de corte semiimperio, estaba realizado en gasa de seda natural, siendo los únicos detalles unos bordados de rafia en os tirantes y la cintura de la pieza. Cambió los complementos por un nuevo brazalete de rejilla, mucho más ancho y en plata, y unos pendientes de doble caída, también en plata. Para finalizar el look, se soltó el moño, dejando una coleta como recogido final y adornó el nuevo peinado con dos rosas blancas.
Ambas mujeres han sabido escoger unos vestidos que se adapten a sus cuerpo y que las hagan sentir dichosas. El punto de mira más crítico estaba puesto en Belén Esteban, pero la colaboradora de Sálvame ha sabido ganarse el favor de todos al hacer acto de presencia con una apariencia espectacular de princesa de cuento de hadas.