MADRID, 10 Dic. (CHANCE) -
La noticia la conocíamos ayer, Belén Esteban había mantenido una relación sentimental durante cuatro meses con un chico de 22 años. El joven en cuestión se llama Pedro Jesús y conoció a Belén en Benidorm, cuando él trabajaba de camarero en el hotel en el que se hospedada la princesa del pueblo.
Pedro Jesús ha decidido hacer pública la relación después de asegurar que esta le ha abandonado y le ha roto el corazón. Muy dolido, el joven de 22 años relataba como habían sido los meses de amor y pasión que había compartido con Belén.
La pareja se conoció en Benidorm, fue Belén, según palabras de Pedro Jesús a Pronto, quién le pidió su número de teléfono y no paró de enviarle mensajes hasta que tuvieron la primera cita. Una bonita relación como cuenta el camarero que para nada le hacía imaginar el repentino final: "Sinceramente, he llegado a pensar que para Belén Esteban he sido un simple juguete sexual", cuenta el joven de 22 años a la revista Pronto.
A lo largo de cuatro páginas Pedro Jesús habla sin tapujos de relación con Belén y de su corazón roto: "No se puede olvidar de un día para otro a una mujer a la que quieres. No soy como ella. Estoy muy jodido". Un amor por el que ambos se entregaron, Belén incluso llegó a costearle la matrícula de su carrera para que no tuviese que trabajar como camarero en verano para pagarse sus estudios y le presentó a su familia.
Unas palabras que parecen no haber afectado profundamente a la colaboradora. Belén desde su regreso a televisión ha ocultado en todo momento este "idilio" con Pedro Jesús; pero ayer en Sálvame sí quiso dar su opinión: "Me da pena que por ser famosa cuando termine una relación pase esto; las cosas se acaban. Si este chico se pensaba que me iba a casar con él, si le he roto el corazón lo siento mucho, no tengo nada más que decir".
Así de rotunda se mostró Belén que decidió no hablar más del tema y cambiar de asunto, zanjando definitivamente su relación con Pedro Jesús. Un amor que según el joven tenía vistas en un futuro viaje a Punta Cana durante la Semana Santa, que al final se ha quedado simplente en un deseo del pasado.