MADRID, 10 Jul. (CHANCE) -
El pasado 1 de julio dábamos la noticia del divorcio entre Ben Affleck y Jennifer Garner cuando ellos publicaban un comunicado oficial en el que aseguraban que "después de mucha reflexión y una cuidadosa consideración, hemos tomado la difícil decisión de divorciarnos".
A pesar de los rumores de distanciamiento entre la pareja, los actores no han tomado la decisión definitiva de poner fin a su matrimonio después de 10 años de casados y tres hijos en común: Violeta de 9años , Serafina de 6, y Samuel de 3.
"[Jennifer] me contó que [Ben] no estaba comprometido en su matrimonio desde hace muchos años", confesó una amiga de la expareja a la revista People. Además, según publica dicha revista, "ambos han sido muy abiertos con sus problemas maritales", según una fuente conocida de People. Pero los rumores más sonados durante los años que duró el matrimonio, sobre todo en el ámbito del mundo de la interpretación 'holibudiense', el protagonista de Pearl Harbor siempre estuvo etiquetado por la fama de mujeriego, jugador y bebedor.
Pero sin duda, el impulso que llevó al exmatrimonio a vivir por separado según publica People, fue el momento en el que la intérprete de Directo al corazón le dijo que "ya basta" y Ben llegó a asegurar que en los últimos años había roto su compromiso matrimonial". Con respecto a esto, la misma amiga, Jennifer es nunca habría tirado la toalla si no existirera una buena razón.
Una semana después de anunciar el divorcio, según el diario US Weekly, tanto Jennifer como el nuevo director de Batman se encuentran en Estados Unidos de nuevo aunque viviendo "diferentes estados" e intentando llevar una vida normal por separado.