MADRID, 23 Jul. (CHANCE) -
Blanca Romero ha querido compartir con varios medios cómo ha llevado el confinamiento y lo ha hecho de la mejor manera posible, siendo la anfitriona virtual de 'Nuevos hábitos, nuevas iniciativas' de Citroën. Y es que a pesar de estar acostumbrada a vivir en libertad, en la playa, la actriz ha confesado que lo ha llevado bastante bien, aunque ha tenido momentos en los que ha sentido claustrofobia.
Como no podía ser de otra manera, Blanca Romero reconoció que sí ha temido por la vida de sus padres: "Me acostaba por la noche y me entraba miedo por no estar cerca de ellos". Durante estos meses, la actriz ha descubierto Tik Tok como método de entretenimiento: "Me aburría y un día vi a Luci con ello, me hizo gracia y me hice adicta. Me parece una aplicación muy real, con gente de todo tipo, de todas las edades, es graciosísima. Me lo pasé bomba y si alegré un poco a la gente, pues algo bueno que hice".
Disfrutando al máximo de la profesión de modelo de su hija Lucía, Blanca habló sobre la reciente campaña que ha compartido con ella: "Trabajar juntas es súper fácil. Tenemos un código muy claro y a la hora de trabajar mantenemos ese idioma nuestro. Desde chiquitina ha estado conmigo en platós y rodajes, donde más se aprende. No somos hermanas, si lo fuéramos nos estaríamos tirando de los pelos. Nos llevamos 21 años y si no fuese mi hija, jamás me pondría a hacerme fotos en bikini con una niña, pero me gusta lo que transmitimos, el abarcar varias generaciones para una misma marca. Cuando me vea muy vieja, lo seguiré haciendo, porque es mi hija".
Coincidiendo con el aniversario del fallecimiento de la que fuera su suegra, Carmina Ordóñez, Blanca solo tiene bonitas palabras para ella: "La mujer más guapa de España, que supo disfrutar y vivir su vida como quiso; bailó, cantó y lo pasó muy bien". En medio del complicado momento que vive el mundo del toro, la actriz, como hija de torero y exmujer de torero recuerda que "Siempre ha habido polémica" y sentencia "En Gijón me daba miedo salir por los antitaurinos. Llegué a salir con el casco de moto hasta el garaje por si me zurraban, yo sufrí ese acoso, ese miedo. Nunca más volví a una corrida de toros, ni soy taurina, pero al vivirlo de cerca desde que nací, lo respeto".
Feliz y tranquila con la vida que está llevando, Blanca deja claro que no hay ningún hombre que ocupe su corazón: "No estoy enamorada, ya no quiero novio. Estoy buscando un convento para hacer galletas y ponerme cruces y santinas, que me encantan, y rezar y cantar. Además, pueden beber vino. Las mojas viven bien, tienen una piel fantástica y me parece mejor sitio que una residencia de ancianos".