MADRID, 29 May. (CHANCE) -
Enfadado y dolido. Bobby Brown no se separa ni un segundo de su hija, Bobbi Kristina, desde que fuera hallada inconsciente y boca abajo en la bañera de su casa de Seattle. Este fin de semana, varios medios apuntaban a la intención del cantante de desconectarla de las máquinas que le sirven de soporte vital, pero el representante del cantante negó la mayor.
"Bobby oye estas informaciones y se siente muy molesto. Odia que la gente esté esperando que su hija fallezca", comentaba un portavoz de Brown. "No creo que Bobby llegue jamás a desconectar a su hija. Si hay una posibilidad de un 2%, una probabilidad de un 1% o de un 0,1%, él mantendrá la esperanza", subrayaba esa misma fuente.
La situación de la única hija de Whitney Houston no ha variado en estos cuatro meses. Su abuela materna, Cissy Houston, era la última en hablar sobre la complicada situación médica de su nieta y admitía que habían dejado en manos de Dios el devenir de la joven, hallada casi sin vida el 31 de enero.
Nick Gordon, marido y hermano adoptivo de la joven de 22 años, habría recurrido a los tribunales para poder visitar a Kristina tras la negativa rotunda de los familiares. El joven está bajo investigación policial, como recuerda una y otra vez Leona Brown: "Nick Gordon se encuentra bajo investigación por intentar asesinar a mi sobrina". En este sentido, la policía es muy cauta y todavía no ha adelantado cómo se encuentran sus informes cuatro meses después del trágico suceso.