La boda de Diego Matamoros: varios percances, un invitado inesperado y un sonado arrepentimiento

   MADRID, 16 Jul. (CHANCE) -

Diego Matamoros y Estela Grande ya son marido y mujer. La pareja de recién casados ha protagonizado este lunes la portada de la revista Lecturas donde posan felices junto a Laura Matamoros y Kiko, la gran sorpresa de la boda.

Una asistencia que llegó en el último momento y que propició un pequeño percance. Como Diego y Estela no contaban con él, no le habían guardado sitio en las primeras filas. Según se desvela en Lecturas "los novios dieron por hecho que no acudiría (Kiko Matamoros) y no habían dispuesto un lugar preferente para él en el embarcadero en el que tuvo lugar la ceremonia. Al verlo llegar, los organizadores tuvieron muy pocos minutos para encontrar un lugar desde el que Kiko pudiera seguir el enlace".

Aún así, Kiko pudo disfrutar desde segunda fila de esta boda mientras hablaba con su hija Laura que estaba en primera fila y notaba la presencia de su exmujer, Marián Flores, también en primera línea.

Una incursión que duró solo unos momentos pues al terminar la ceremonia, Kiko saludó al resto de sus tres hijas y decidió abandonar la finca Prados Moros sin quedarse al convite de después. Y otra invitada que no llegó ni a aparecer fue Mar Flores. La tía de Diego decidió no acudir al enlace cuando leyó las declaraciones de su sobrino pidiendo a su padre que fuese a la boda.

A pesar de no estar presente, Mar Flores les envió a los novios "un juego de maletas que comercializa bajo su propia firma". Un cúmulo de sentimientos que dio paso al arrepentimiento de Diego: "Ha sido una situación bonita pero tensa, pero cuando me ha dado un abrazo todo ha pasado. Temía por la reacción de mi madre, por si podía molestarle, pero los dos han estado perfectos. Espero que esto sea el principio de una reconciliación, me ha demostrado mucho y me he emocionado. Es mi padre y le quiero".

Unas palabras que llegan después de uno de los días más importantes de su vida, una jornada para el recuerdo donde la avería del coche que tenía que llevar a la novia se recordará como una anécdota más.