MADRID, 12 Nov. (CHANCE) -
Volcado en su papel de patrono del Museo Thyssen, y ajeno a la cancelación de uno de los proyectos que más ilusión le hacía a su madre, Carmen Cervera, Borja Thyssen ha regresado a Madrid para asistir a la inauguración de la primera exposición retrospectiva en España de una de las pintoras expresionistas más importantes del mundo, Gabriele Münter.
Inseparable de Blanca Cuesta, con la que lleva más de 20 años de feliz relación y con la que tiene 5 hijos en común, el primogénito de la Baronesa Thyssen posó con su mejor sonrisa acompañado de su mujer a su llegada a la muestra pictórica, en la que una vez más su madre se convirtió en la gran ausente.
Hace unas semanas trascendía que Tita Thyssen ha suspendido la producción de una serie sobre su vida en una conocida plataforma, después de no llegar a un acuerdo con la productora al negarse a tratar ciertos temas de su vida, como sus relaciones amorosas con Lex Barker o Espartaco Santoni, o la paternidad de sus hijas Carmen y Sabina, sobre la que nunca ha hablado públicamente.
Un tema sobre el que Borja y Blanca guardan silencio, manteniéndose al margen de todo lo relativo a la baronesa, con la que se rumorea que su relación no atravesaría su mejor momento tras las declaraciones de Carmen sobre su legado hace unos meses, cuando sus mellizas cumplieron la mayoría de edad. Se especula que a su hijo no le habría sentado bien que su madre expresase en una entrevista que Carmen sería su heredera en la gestión de su millonario patrimonio, pero la pareja no confirma ni desmiente, y continúa volcada en el Museo Thyssen mientras Tita permanece en su casa de Andorra y no ha asistido a las últimas inauguraciones que han tenido lugar en su pinacoteca.
Siempre a la última, Blanca ha destacado por su elegancia y sobriedad con un discreto vestido midi negro con un delicado estampado de flores, botines de tacón ancho también en negro, y abrigo de lana en color nude.