MADRID, 20 Nov. (CHANCE) -
Hoy 20 de noviembre Cayetana Fitz-James Stuart y Silva ha fallecido a los 88 años de edad en su amada Sevilla. Arropada por su hijos y su marido, la vida de la Duquesa se terminaba en el palacio de Dueñas.
Su ingreso en la UCI de la clínica Sagrado Corazón de Sevilla, este pasado domingo 16, hacía presagiar el peor de los desenlaces. La neumonía ha apagado para siempre la mirada de la Duquesa, que poseía el mayor número de títulos nobiliarios del mundo.
UN PENSAMIENTO COSMOPOLITA EN UNA ESPAÑA GRIS
La vida de Cayetana comenzó un 28 de marzo de 1926 en el palacio de Liria en Madrid. A pesar de ser madrileña de nacimiento siempre llevó Sevilla en su corazón y en su pensamiento. Hija única, perdió a su madre con solo seis años por lo que creció entre niñeras y bajo la atenta mirada de su padre, Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó.
De educación cosmopolita, fue educada en los colegios más exclusivos y preparados de París, Suiza y Londres. Su educación moderna y liberal marcaría su forma de pensar y afrontar su vida, una actitud que le sirvió para codearse con grandes personajes internacionales como Jackie Kennedy y Claudia Cardinale. Un pensamiento moderno y liberal en una España aún anclada en la dictadura de Francisco Franco.
El amor se convirtió en uno de los hilos conductores de su existencia. Con 19 años se casó con Luis Martínez de Irujo en el altar mayor de la catedral de Sevilla. Años de felicidad que dieron al matrimonio seis hijos: Carlos, Alfonso, Jacobo, Fernando, Cayetano y Eugenia. Pero todo se resquebrajó con la prematura muerte de su esposo en 1972. La leucemia fue la responsable de terminar con este matrimonio que sumió a Cayetana en una profunda tristeza.
EL AMOR, EL HILO CONDUCTOR DE LA VIDA DE CAYETANA
Pero ella pudo superar la muerte de su primer amor. Volvió a sentir la pasión rozando los 50. La Duquesa y el exjesuita, Jesús Aguirre, se dieron el sí quiero el 16 de marzo de 1978 en el mismo palacio que la vio nacer. Una vuelta a la vida y a la felicidad que se finalizó en 2001 con la muerte de su segundo marido.
Después de enviudar por segunda vez, la Duquesa no perdió la esperanza comenzar una historia de amor nueva, volver a sentir ese sentimiento tan embriagador para ella. Alfonso Díez 'revivió' a Cayetana, se conocían desde hace años pero el destino les unió a la salida de un cine.
Ella se puso el mundo por montera y luchó para que sus hijos entendiesen y aceptasen la relación con Alfonso. A pesar de la disconformidad inicial de sus hijos, Cayetana pudo cumplir su sueño y volver a pasar por el altar con su nuevo amor en 2011. Esta vez fue el palacio sevillano de Dueñas el escogido por la pareja para celebrar su matrimonio.
Bailó para todos los presentes a las puertas del palacio y derrochó auténtica pasión a sus 85 años. Alfonso le devolvió la alegría por el día a día, por lo cotidiano. Viajó con su marido por el mundo; Roma, París o Tailandia ningún destino se le resistía a Cayetana.
Activa e inconformista, Cayetana de Alba siempre vivió su vida de forma intensa, dejándose llevar por sus pasiones y emociones; y luchando hasta el último momento por vivir 'a su manera'. Descanse en paz.