MADRID, 28 Nov. (CHANCE) -
Cayetano Martínez de Irujo continúa con la promoción de sus memorias. Esta vez, De Cayetana a Cayetano le ha llevado a sentarse en el plató de Aquellos Maravillos Años, programa capitaneado por Toñi Moreno donde ha abierto, una vez más, su corazón.
Dicharachero, bromista y muy sincero, Cayetano mostraba una versión de sí mismo muy distinta a la que solemos ver en sus encuentros con la prensa. El hijo de la desaparecida Duquesa de Alba se abría en Telemadrid para tratar uno de los temas más peliagudos y dolorosos de su pasado: su relación con Mar Flores.
Y es que a pesar de no querer mencionar su nombre, Cayetano aseguraba que la única vez que su madre se entrometió en su vida personal fue para decirle que no le gustaba nada la modelo. Un consejo que no escuchó y que, a día de hoy, se arrepiente sobre todo por el episodio que vivió con la boda de su hermana Eugenia Martínez de Irujo y el torero Francisco Rivera. Él era el padrino de la boda, y su madre le pidió que no fuese con Mar Flores, algo ante lo que él se reveló y amenazó con no acudir si no iba la modelo: "Mi madre dijo que yo no iba con esa persona porque no le gustaba. Yo la puse en la tesitura de que si esta persona no iba conmigo, no iba a la boda. Me negué por una cuestión de principios. Luego le pedí disculpas a mi madre y a mi hermana".
EL PERDÓN DE JESÚS AGUIRRE EN SU LECHO DE MUERTE
En lo referente a sus escesos, el Duque de Arjona se sinceró completamente con Toñi Moreno: "Entre los 20 y los 25 años viví la noche de Madrid con toda su intensidad, con lo que te servía la noche de Madrid. La heroína era horrorosa y la cocaína era como el alcohol, algo fantástico. Yo entré de cabeza. Yo tenía unas características que era el principito de la noche de Madrid. A ver quién no se ponía hasta arriba. El Madrid de Tierno Galván era alucinante. Difícil salirse de ahí".
Una sinceridad que también pudimos ver en sus palabras sobre Alfonso Díez: "Alfonso ha sido una bendición. Hizo feliz a mi madre de verdad. Se ha demostrado su inteligencia, si discreción, su señorío, su integridad, antes durante y después", y recordó a Jesús Aguirre, quien le pidió perdón en su lecho de muerte: "La noche antes de morir me pidió perdón. Me dijo: Eras un chico joven y no te supe interpretar. Yo lloré y le abracé". Una situación que emocionó muchísimo a Toñi Moreno: "Lo más grande que tienes no son los títulos nobiliarios. Lo sabes. Es la capacidad de perdón que tienes".