Cristina Tárrega, sale a la luz su secreto mejor guardado

MADRID, 18 Feb. (CHANCE) -

El huracán desatado en torno a Jesulín de Ubrique, a raíz de las informaciones sobre sus relaciones sentimentales con María Patiño y Cristina Tárrega tras su ruptura con Belén Esteban, tiene a la colaboradora de El Programa de Ana Rosa situada en el centro de la polémica.

Si durante la semana pasada la valenciana vivía una de sus tardes más complicadas cuando en el programa Sálvame descubrían su relación con el torero y salía a la luz que había sido ella quién había delatado a su compañera de profesión María Patiño en la famosa grabación de Diego Arrabal, esta semana no parece que vaya a ser muy diferente a la anterior después de la información que ha desvelado Belén Rodríguez en la tarde de este lunes.

La bomba llegaba cuando Belén Ro revelaba que, en esas mismas fechas de las que se están hablando en los últimos días, Tárrega habría mantenido una relación sentimental con su ahora compañero de programa, Alessandro Lequio. Una sorprendente información que hacía poner el grito en el cielo a muchos de los presentes que daban credibilidad a su testimonio por la amistad que le une con el italiano y que sacaba a la luz uno de los secretos mejor guardados por la comunicadora.

Pero ahí no quedaba la cosa y Belén seguía sacando nuevos datos sobre la vida privada de la valenciana asegurando que también habría mantenido una relación con uno de los presonajes más polémicos del panorama nacional, Carlos Lozano.

Tras la publicidad, y advertida por sus compañeros de plató ante una mas que posible demanda de Cristina Tárrega hacia ella, Belen Rodríguez reculaba y matizaba sus palabras afirmando que se había equivocado y que le habían bailado un poco las fechas, asegurando que la relación del diestro con la periodista se habría producido en el año 1997 y que había durado muy poco tiempo.

Por su parte, María Patiño, como ya hiciera durante el fin de semana en el programa que presenta, Socialité, aseguraba que la culpa de todo este revuelo es de Jesús Janeiro, defendiendo una vez más a su compañera de profesión.