MADRID, 7 Mar. (CHANCE) -
Nada de alimentos sólidos. Este ha sido el sacrificio que la actriz Lily James ha tenido que hacer durante el rodaje de Cenicienta para poder llevar el vestido de la princesa, diseñado por la oscarizada Sandy Powell.
Así lo ha confesado a la cadena de televisión británica E! News. Las exigencias del rodaje y el apretadísimo corsé que tenía que llevar durante todo el proceso de grabación le impedían comer alimentos sólidos por lo que tuvo que alimentarse a base de sopas.
"Si comía algo sólido no lo podía digerir bien y corría el riesgo de vomitar en la cara de Richard Madden durante la grabación. Obviamente eso no sería nada gracioso. Así que lo único que tomaba era sopa", confesó a la cadena y recoge ahora el diario El País.
La actriz ha asegurado que esta experiencia no ha sido nada fácil y ha aprovechado para poner el foco sobre el problema de los transtornos alimenticios. "Creo que a veces las chicas se crean una idea errónea de cómo debe lucir una mujer. Es muy importante estar saludable, segura de ti misma y ser natural. Y no es bueno poner mucha presión en tratar de ser delgada. Fue realmente difícil para mí no comer nada sólido", afirmó.
¿CINTURA DIGITAL?
La polémica se ha centrado también en si la imagen de su cintura en la película está transformada digitalmente. Lily James se defiende y asegura que ella por "naturaleza" tiene una cintura muy pequeña y que esto, añadido al ajustadísimo corsé y la falda larga y voluminosa del vestido acentúan esta sensación.
La protagonista de Cenicienta no es la primera actriz que se enfrenta a las críticas por la delgadez en algunas películas. Keira Knightley o Emma Stone están siempre en el punto de mira al hablar de la extrema delgadez de algunas actrices.
Lily James es la proganista de la nueva película de Disney cuyo estreno en las salas de cine de España se espera para el 27 de marzo.