MADRID, 2 Jul. (CHANCE) -
Frank Cuesta sigue protagonizando su peor pesadilla. Los días pasan y Yuyee Alissa Intusmith, su esposa, sigue en prisión por posesión de la mínima cantidad de 0,005 gramos de cocaína. El televisivo rostro tuvo que abandonar Tailandia, lugar donde se encuentra encarcelada Yuyee, por motivos laborales, además de dejar a sus hijos al cargo de una señora en vez de su mamá.
Pero en esta ocasión, Frank cuesta ha querido pedir a todos sus seguidores que le apoyen y que a ninguno se les ocurra pedir dinero en su nombre y que mucho menos se propaguen rumores de que esté pidiendo compensaciones económicas para continuar su lucha. Además, las noticias siguen sin ser esperanzadoras en cuanto al tema judicial para conseguir sacar a Yuyee de prisión.
"Muchísimas gracias a todos por seguir ahí un día más. Yuyee aún está en la cárcel y estamos pendientes de que contesten a un recurso pero no tiene buena pinta... Porque está claro que les da todo igual", comentaba apesadumbrado el leonés, pues ve que su lucha no es fructífera al no ver ningún resultado.
Eso sí, el famoso presentador bastante enfurecido ha querido dejar claro que él no ha pedido dinero en ningún momento que le sirva como ayuda en esta causa y mucho menos que alguien lo haga en su nombre. "Me llegan comentarios que hablan de dinero... Ya lo deje claro y lo dejare otra vez; ni quiero, ni admito dinero ni nada que tenga que ver con dinero. Lo dejé muy claro y repito si alguien está pidiendo dinero... Que no me mezclen ni pongan mi nombre porque ya es lo que me faltaba", afirmaba severo el extenista. Eso sí, lo único que ha pedido es el apoyo en las diversas plataformas que ha puesto a su disposición para ayudar en esta lucha.
Finalmente no olvidaba seguir con el hastag de apoyo a la liberación de su esposa y sobre todo dar las gracias a todos los que le siguen apoyando en su particular cruzada: "Gracias de corazón por seguir apoyando todos los días a las 4 con #FREEYUYEE". Un nuevo capítulo más que se añade al drama particular del presentador que no se da por vencido a pesar de que los días siguen contándose y él sigue sin poder disfrutar de la compañía de su mujer.