MADRID, 30 May. (CHANCE) -
Una colección retrospectiva de los vestidos de torear más emblemáticos de la carrera de Enrique Ponce y una selección de portadas de componente taurino de la revista 'S Moda' se pueden apreciar en el 'Tendido 11', espacio vanguardista en el interior de la plaza de toros de Las Ventas.
ENRIQUE PONCE, DEL RUEDO A LA PASARELA
El visitante que acuda estos días al coso capitalino podrá contemplar desde el traje de corto con el que Ponce toreó por primera vez en público con tan sólo 9 años en su Valencia natal, hasta el vestido goyesco diseñado por Lorenzo Caprile que usó para conmemorar en Ronda la corrida 2000 de su carrera.
Pero además hay otros vestidos como el blanco y plata de su debut en público (1986); el de su presentación con caballos (1988); el de su alternativa (1990); los de sus tres Puertas Grandes en Las Ventas (1992, 1997 y 2002); el de la tarde de los seis toros en Madrid (1992); el de la Puerta del Príncipe de Sevilla (1999) y el que lució en México para celebrar sus 20 años de matador.
Una exposición "muy especial", pues con ella, con sus vestidos de torear, "se reviven muchos recuerdos de numerosas tardes de gloria", aseguró Ponce en el acto de inauguración de la muestra. "Es un honor poder enseñar estas reliquias llenas de recuerdos para mí en la primera plaza del mundo, lo que demuestra que el toreo no es sólo fuente de inspiración de la pintura, la escultura, la música, el teatro o la danza, sino también de la moda, algo que a los taurinos nos debe de llenar de satisfacción, pues si con ella se fomenta y difunde nuestra 'Fiesta', mejor que mejor", añadió Ponce.
ENRIQUE PONCE: "RECUERDO DE NIÑO QUE CADA VEZ QUE ME VESTÍA DE LUCES ERA UN SUEÑO PARA MI"
Y es que todos y cada uno de esos trajes significan mucho para el torero, ya que son como una viva imagen de todo lo que el ha vivido durante su vida: "Estos vestidos son todos importantes para mi, toda una vida, emblemáticos de mi colección. Desde el primero que me puse para torear hasta el debut, la alternativa, vestidos de tardes importantísimas, salidas a hombros, vestido goyesco que me hizo Caprile para la Goyesca", explicaba.
Además, el torero cuenta con pena cómo vivía el momento en el que tenía que desprenderse de algunos de sus primeros trajes al principio, debido a que si no los vendía no podía comprarse otros y así sucesivamente. "Al principio tuve que desprenderme de trajes para poder comprar otros y así hasta que vas toreando más y se va ganando dinero para poder vestirte de torero. Al año me hacía seis o siete vestidos porque toreaba 100 corridas al año. Con los vestidos que tenían significado especial, te lo quedas. Los otros algunos están museos, otros vestidos los he regalado a chavales que empiezan, que quieren ser toreros, a amigos personales, íntimos y que tienen un vestido mío en su casa de recuerdo".
Ya sabemos que el mundo del toreo no es nada fácil y Ponce ha querido explicar lo que significa para los pequeños que tienen vocación de toreros todo el trayecto que tienen que recorrer: "Los toreros desde niños para uno no es un juego porque lo que se quiere es ser torero y desde niño se aprende y recuerdo de niño que cada vez que me vestía de luces era un sueño para mi. Quería ser matador de toros y eso cuando uno empieza lo ve lejísimos y como un milagro. Llegar a triunfar en esto es como un auténtico milagro".
"VENDÍ UN VESTIDO PARA PODER HACERME OTRO"
Concretamente, Ponce recuerda con especial el momento en el que tuvo que vender su primer traje y tiempo después lo recuperó. Así lo relata: "Vendí un vestido para poder hacerme otro. Perdí la pista y me dio pena porque era el primero. Pasó el tiempo y me lo preguntaba con añoranza. Tras la grave cogida que tuve en León es cuando volvió a mis manos a través de Alberto Manuel, matador de toros extremeño, que su generosidad fue enorme porque vino con mi vestido que para él también fue su primer vestido, pero como antes de ser suyo fue mío, entendió que debía volver a mis manos y es un gesto de generosidad.
Aunque no recuerda por cuánto dinero lo vendió, el torero guarda un cariño muy especial al primer traje que usó y no es para menos. Este tipo de trajes conllevan mucho trabajo y van decorados hasta el último detalle: "Son caros los vestidos, son obras de arte, cuestan trabajo, van bordados, mucha gente trabajando que los confecciona y los hay más caros y más baratos, depende de cómo vaya bordado y de los materiales. Si lo comparas con vestidos de moda, a lo mejor no son tan caros. Hay vestidos de diseñadores que son también muy caros".
"EGOÍSTAMENTE NO ME GUSTARÍA QUE UN HIJO O UN NIETO FUERA TORERO, SERÍA HORRIBLE, LO PASARÍA MUY MAL"
Por el mero hecho de posicionarse enfrente de un toro de determinados kilos, sabemos que esta profesión es más que peligrosa. El torero, que ha sufrido ocho cogidas a lo largo de su carrera, asegura que el miedo siempre está ahí pero que los toreros aprenden a vivir con ello desde bien pequeños: "Miedo siempre hay. Siempre se tiene miedo, la duda de qué va a pasar, un toro que te puede dar un triunfo, la Gloria, o te puede matar, y eso es así. Los toreros afrontamos eso desde siempre, desde niños. El torero sabe que es así y hay que afrontarlo. El percance puede pasar y por eso es tan difícil ser torero y triunfar en el mundo del toro y tiene el mérito que tiene".
Pero lo que tiene claro Ponce es que minutos antes de salir al ruedo no tiene pensamientos negativos y sale dispuesto a hacer lo que más le gusta, torear: "Cuando me visto de torero pienso que voy a cuajar buena faena. No salgo pensando que un toro me va a coger. Puede pasar, en tu interior sabes que ocurre y que te puede matar un toro, pero nunca he salido a la plaza que un toro me va a coger. Salgo a la plaza pensando en que voy a crear".
Sin embargo, después de reconocer el mérito que ha tenido su mujer Paloma Cuevas durante sus 25 años de carrera y a pesar de que a él descubrió cuando su abuelo le enseño a torear que se quería dedicar a ello el resto de su vida, asegura que no le gustaría que su hijo o su nieto fuera torero debido a lo que sufre la familia viendo a alguien de los suyos torear: "Egoístamente no me gustaría que un hijo o un nieto fuera torero. Me parece maravilloso y estoy orgullosísimo de ser torero, pero el miedo que yo pasaría con un hijo mío toreando, en este caso una hija que tengo dos, sería horrible. Preferiría que no, pero si alguna vez una hija mía o un nieto mío quisiera y decidiera ser torero, lo pasaría muy mal, pero dentro de mi sería un orgullo y que bonito que sea lo que a mi tanto me ha dado, pero no me gustaría", explicaba.
El acto de inauguración de esta exposición bautizada 'Del ruedo a la pasarela', estuvo conducido por la periodista de Canal Plus Toros, Elena Salamanca, y contó con la presencia del empresario de Las Ventas, Manuel Martínez Erice, y del consejero de Presidencia, Justicia y portavoz del gobierno de la Comunidad de Madrid, Salvador Victoria.
Además de esta singular muestra, las paredes del Tendido 11 recogen la reproducción a gran escala de grandes portadas de la revista 'S Moda', cuyo estandarte lo representa la mundialmente conocida estampa de la actriz norteamericana Sarah Jessica Parker con una chaquetilla torera y un capote de paseo.
También hay estampas muy toreras de la modelo Nieves Álvarez, del francés Sebastián Castella en una plaza de tientas, de Alejandro Talavante y José Miguel Arroyo "Joselito" en el taller del sastre de toreros Antonio López, de los componentes del Ballet Nacional, y de un nutrido grupo de mujeres relacionadas con "la Fiesta" como la rejoneadora Lea Vicens o la empresaria Teresa Ojeda, entre otras.