MADRID, 28 Abr. (CHANCE) -
Alba Carrillo está mostrando la peor de sus caras en Supervivientes 2017. Si la modelo trataba de salvar su imagen en este reality, está haciendo todo lo contrario.
Sus primeras peleas se produjeron con su madre y compañera en la isla. Lucía Pariente confesaba que nunca había estado enamorado de su marido, el padre de Alba. Estas palabras molestaron tanto a la modelo que llegó a pedir que se marchara de la isla: "Que se lleven a la bruja y que me traigan a mi padre por favor".
A estos se sumó la calificación que hizo de su madre como un "lastre" dentro del concurso. Estas palabras hicieron que las primeras críticas se centraran en ella, pero ¿sería solo su madre el centro de su ira? La respuesta es no, Gloria Camila y Kiko Jiménez fueron los siguientes que vivieron un acalorado enfrentamiento con la ex de Fonsi Nieto.
La tierra de nadie -lugar destinado a las parejas del concurso- se convirtió en un auténtico infierno cuando las chispas entre la hija de José Ortega Cano y Alba Carrillo saltaron. Se vivieron momentos de alta tensión cuando la modelo le reprochó a Gloria Camilia que "su padre no había matado a nadie". La joven saltó y empujó a Carrillo, algo que provocó la sanción por parte del programa.
Madre e hija perdieron los nervios junto a Gloria Camilia y su novio, la tensión era tal que el programa tuvo que intervenir para evitar males mayores. Durante la conexión en directo, Jorge Javier no tuvo ningún problema en reprochar la actitud de Alba y su madre: "Con vuestro comportamiento, Feliciano y sus amigos están encantados, creo que están aplaudiendo en sus casas". Una frase que pone el punto de mira en el corto matrimonio que vivió con Feliciano López.
ALBA CARRILLO, ¿VÍCTIMA O VERDUGO?
Si echamos la vista atrás, nos damos cuenta de que el divorcio de Alba Carrillo y Feliciano López está durando más que su breve matrimonio. La modelo anunció su separación en una exclusiva para ¡Hola! donde afirmaba: "Feliciano me ha pedido el divorcio de una manera fría y distante".
Desde ese momento, el foco mediático se estableció en esta pareja que parecía perfecta. Ambos eran guapos, jóvenes y tenían una larga vida juntos por delante, su boda fue tan perfecta que Alba llegó a lucir tres vestidos.
Pero ni la exclusiva ni la ilusión de la modelo pudo salvar ese matrimonio que hizo aguas a los pocos meses de darse el 'sí quiero'. Carrillo comenzó a hablar de infidelidades mientras Feliciano guardaba silencio.
Un mutismo que terminó con estas declaraciones del tenista a ABC: "Nadie se casa sin estar convencido. Antes de casarme, como en todas las parejas, hubo discusiones, diferencias de criterio, pero yo estaba muy enamorado de esa persona y convencido que el paso del matrimonio iba a ser para toda la vida. Siempre pensé que los problemas que pudieran surgir los iba a superar. Uno se casa, empiezan a pasar cosas e intentas poner soluciones, luchar, buscar una salida a la situación, hasta que uno se da cuenta que se casó por amor, pero no está dispuesto a ser una persona infeliz".
Estas escasas palabras de Feliciano pusieron el punto de mira en las supuestas broncas que se vivían en la casa de la pareja. Ahora, el paso de Alba Carrillo por Supervivientes ha mostrado una nueva cara de la modelo que nos hace plantearnos la pregunta: ¿Serían así sus discusiones con el tenista?