MADRID, 30 Sep. (CHANCE) -
Estela Grande está en el punto de mira. La modelo es una de las concursantes de Gran Hermano VIP 7 que menos problemas está dando, mostrando un comportamiento ejemplar, fresco y natural. Pero, lo que nadie se esperaba es que protagonizase un acercamiento con Kiko Jiménez. Tanta química hay entre los dos concursantes que muchos ya apuntan a que va a ser la relación del programa.
Pero, más allá de ser la mujer de Diego Matamoros poco se conoce de Estela. La realidad es que la joven no ha necesitado a su pareja para triunfar en el mundo de la moda y volverse toda una influencer en las redes sociales. Estela empezó con sus primero pinitos en el mundo de las pasarelas cuan do era una niña, protagonizando anuncios de televisión y revistas: "Si me portaba bien y sacaba buenas notas mis padres me consentían y me dejaban ir a castings", comenta la modelo. Y la realidad es que Estela siempre ha sido muy buena estudiante, tanto que terminó la carrera de psicología y actualmente estudia un máster de ADE y dirección de recursos humanos: "Me encantaría entrar en alguna gran empresa que tuviese relación con la moda, así, el día que no pueda seguir siendo modelo, porque esto tiene una caducidad, podría llevar mis estudios a este mundo. Es una de mis metas. Pero bueno, por ahora sigo mi tirón como modelo, que es lo que me gusta y voy a aprovechar hasta el final", explica Estela a Chance.
Gracias a su influencia y creciente fama en el mundo de las pasarelas, Estela se ha convertido también en toda una influencer en el mundo de las redes sociales, aunque ella no se cataloga así: "Yo influencer no soy. Yo soy modelo y siempre he sido modelo, lo que pasa es que es verdad que con el tiempo si tienes Instagram al final tienes que subirte al autobús y ser influencer y aprovechar las redes para darte a conocer. Pero no me considero influencer", comenta la modelo.
DIEGO MATAMOROS, MARIDO Y ENTRENADOR PERSONAL
Una modelo debe de cuidar su cuerpo constantemente, sobre todo si quiere mantenerse en la cumbre del mundo de las pasarelas. Al ver el fabuloso cuerpo de Estela Grande, cualquiera podría pensar que la joven tiene grandes rituales de belleza, alimentación y cuidados, pero, la realidad es que lo que Estela tiene es una maravillosa genética: " La verdad es que se lo debo todo a mis padres, porque me gusta el gimnasio, me cuido, pero alimentación cero. Yo como lo que me da la gana cuando me da la gana. Mis únicos cuidados son poco rutina de gimnasio y genética" dice entre risas. Y, al preguntarle sobre sus rutinas deportivas, la modelo confiesa: "Pues depende de lo que me ordene Diego. Hago pesas, hago cardio, hago máquinas... depende del día. Él me ayuda sobre todo a levantarme del sillón e ir a entrenar, sobre todo últimamente que me da más pereza".
Diego Matamoros está centrado en su empresa de entrenamiento personal y Estela confiesa que a ella le lleva a rajatabla: "De entrenador es igual que de marido. Me ayuda y me enseña a hacer los ejercicios, pero es igual de estricto que cualquier otro profesor", así que, la joven tiene que darle las gracias a su marido por convencerla diariamente a levantarse del sofá y mantener una rutina de ejercicio. ¡Menuda envidia mantener semejante cuerpo sin apenas trabajo!
UNA FAMILIA CONFLICTIVA EN EL MUNDO DE LA TELEVISIÓN
"A mí realmente tampoco me ha influido demasiado que mi marido sea un personaje televisivo. Yo siempre he sido modelo y es mi trabajo. El destino me puso en mi camino a Diego y hemos ido hacia delante, pero por ahora no me ha influido. Está genial y si me ha influido me ha influido positivamente en el nivel de que se puedan interesar más por mí", explica Estela cuando le preguntamos por su relación con el mundo de la televisión en el que trabaja su marido y gran parte de su familia.
La familia Matamoros es un indispensable de la parrilla televisiva de Telecinco, tanto en realities como en debates y programas del corazón. Formando parte de una familia con tanto carácter y que tanto da que hablar lo normal es que la vida pública termine introduciéndose en la privada, pero Estela asegura que, de puertas para adentro, Diego es igual que cualquier otra persona y que su trabajo no influye en su relación: "En realidad es normal. Diego es Diego. De puertas para afuera es conocido, pero en casa llevamos una vida completamente normal. Por supuesto, tiene carácter, pero yo tengo más carácter todavía. Todos tenemos mucho carácter, pero en casa es diferente. En casa, en familia o con amigos es súper divertido, súper cariñoso", comenta Estela.
Y tras un año de matrimonio y casa compartida, Grande tiene claras cuales son las virtudes y defectos de su marido: "Como virtud destacaría lo comprensivo que es, lo que me ayuda y todo lo que me apoya. Su apoyo es vital para mi, para todo, para el trabajo, para el estudio... creo que es una persona súper cariñosa, carismática y entregado. Y como defectos... Él es un poco cabezón, un poco Matamoros. Es cabezón y Matamoros. Si buscas en el diccionario sale su apellido al lado de esa palabra", bromea Estela.
En cuanto sus propios defectos y virtudes, la modelo lo tiene más complicado: "Yo tenga más defectos, creo... Pero si hablamos de virtudes creo que soy una persona que da todo cuando está en una relación, tanto de amistad, como familiar como de pareja... Y defectos, pues soy un poco desastre. Diego es muy ordenado y yo soy mucho más descolocada. Al final, si no fuese por él llegaría a casa y tiraría la chaqueta en cualquier parte. Y por él me intento ordenar un poquito más", explica entre risas. Un equilibrio perfecto que ha mantenido a la pareja feliz y entregada durante el último año. ¿Qué pasará a partir de ahora, entrando Kiko Jiménez en la ecuación?