MADRID, 7 Dic. (CHANCE) -
Estela Grande ya ha disfrutado de sus primeras 24 horas fuera de la casa de Gran Hermano VIP. La última expulsada del reality ha afrontado la realidad que le esperaba con la mayor tranquilidad y serenidad posible. El jueves no fue un día fácil para la modelo. Estela tuvo que hacer frente a todo lo que se había hablado de ella y de Kiko Jiménez, y a los rumores de infidelidad de su marido.
Además, el padre de Diego Matamoros, Kiko, se ha convertido en su mayor enemigo fuera de GH VIP. El propio Matamoros aseguraba este viernes en Sálvame que no tiene ninguna intención de volver a hablar con su nuera: "Me pareció que estuvo inteligente en su salida, toda la inteligencia esa que le ha faltado cuando ha estado concursando, aunque en dos ocasiones se vio que Diego le decía lo que tenía que decir", y añadió: "No tengo ninguna fiesta familiar en cartera salvo que ella se quede embarazada. Les mandaré una invitación y que mi hijo me traiga a mi nieto para conocerlo".
Una situación muy complicada a la que se suma la supuesta infidelidad de Diego con Lola de Mujeres y Hombres y viceversa. Haciendo caso onmiso a todo lo que dicen de su matrimonio, Stella salió a darlo todo este pasado viernes.
Junto a su marido, la modelo disfrutó de una de las discotecas más famosas de la capital, Panda Club. Allí, bailó al ritmo de Omar Montes mientras se mostraba de lo más acaramelada con Diego. Unas imágenes que dejan claro que Estella sigue creyendo en su relación.