MADRID, 14 Jun. (CHANCE/IRENE DÍAZ) -
Ilusionada con su debut en televisión, Fabiola Martínez nos recibe en el Hotel NH Collection Abascal de Madrid para hablarnos del nuevo programa que ha estrenado en Divinity. La modelo venezolana se ha puesto al frente de la tercera temporada de Bebe A bordo, programa que patrocina Bezoya.
Tiene otra gran motivo para sonreír este verano: los médicos del madrileño Hospital de la Paz han conseguido acabar con las crisis epilépticas que estaban dificultando últimamente el desarrollo de su hijo Kike y vuelve a ver progresos en él. A punto de cerrar la venta del cortijo de Sevilla, no sabe todavía donde pasarán ella y Bertín estas vacaciones.
CHANCE: ¿Ilusionada con tu debut en televisión?
FABIOLA MARTÍNEZ : Sí, muchísimo. Sobre todo por que es algo que me resulta muy familiar. Me hablaron de lo que trataba y me encantó la idea.
CH: ¿Cómo ha sido trabajar con los padres primerizos?
FM: No hemos profundizado en ninguna problemática especial, hemos tratado problemas habituales con los que suelen encontrarse. Cosas sencillas que para ellos son un mundo. Lo que más me ha llenado es revivir a través de ellos esos momentos del bebé que luego tanto se echan de menos. Son tonterías pero que en ese momento te parecen muy importantes: que tenga frío, que tenga calor, si llora o si tiene hambre. Hay un caso en concreto de una pareja que me produjo mucha ternura. Yo nunca había estado en los primeros momentos porque cuando entro en las casas nunca les había visto. Me leía en papel un poco la historia y no me conocían ni ellos a mí ni yo a ellos, con lo que se grababa la realidad de un encuentro. En ese encuentro en particular, sí estuve y ellos no me veían. Ver ese momento en el que no sabían que hacer, donde ponerle, que hablaban entre ellos de forma tan natural sobre el bebé. Ha sido muy bonito.
CH: ¿Vas a seguir por el camino de la televisión?
FM: Me dicen ahora mismo que presente un programa de variedades y a lo mejor me lo pienso. No me veo. Pero algo que sea como esto o esto mismo no me importaría. La verdad es que ha sido una experiencia muy bonita. Pero no me veo en las noticias (ríe). En otro tipo de programas sí, es divertido y cuando tienes suerte y trabajas con gente que te lo hace agradable, merece la pena.
CH: Pero tú, a parte de estar formada en ello, has volcado tu vida en tus pequeños...
FM: Sí, ser madre lo cambió todo para mi. Antes a lo mejor me preocupaban cosas que ahora ni las pienso. Las prioridades cambian y tu mentalidad cambia absolutamente. Ni si quiera estás tú la primera de la lista, siempre es el bienestar de ellos por encima de todo. Mi vida se organiza en torno a los horarios de mis hijos, de sus actividades. Además, pienso que si tienes hijos es para criarlos. Aunque tenga ayuda, prefiero que me ayuden con otras cosas pero yo ocuparme de mis hijos.
CH: ¿Te sientes identificada con ese calificativo de madre coraje que te hemos puesto?
FM: No, una madre hace lo que sea por un hijo. Para mi madres coraje son muchas madres que veo a través de la Fundación. Madres que no tiene medios económicos, que no tienen ayudas, que sus maridos las han dejado solas, que tienen más hijos además del niño afectado. Para mí eso es una madre coraje. Es fácil que me califiquen a mí porque es lo que ven. Otras madres que son anónimas no las ve nadie pero luchan muchísimo más que yo. Yo tengo a mi madre y a mi padre, a Bertín y las facilidades económicas que se que en muchos casos para muchas familias son vitales y son una gran barrera para ellos. Soy una madre que lucha por su hijo como cualquier otra.
CH: Has peleado mucho por Kike, ¿Cómo está?
FM: Hemos conseguido un gran avance: parar las crisis epilépticas, que ya es bastante. Lleva mes y medio sin que se le repitan. Y con eso estamos. Todavía me lo tengo que creer del todo, porque siempre estás con la angustia de que haya algún cambio y le vuelvan a dar. Cuando ya sabes que pasan es como que te habitúas a ello, pero cuando dejan de pasar y te ilusionas y sabes que se acabó, el tener siempre la sombra de que pueda otra vez volver, no se te quita. Pero por lo menos vemos que está bien y eso le ayuda a seguir evolucionando mejor. Cada vez que tenía una crisis por mucho que evolucionara volvía a retroceder. A muchos niños con este tipo de daño cerebral lo que le pasa es esto, que no mejoran porque entran en un estatus convulsivo que no les deja mejorar. Ahí habíamos caído nosotros, pero afortunadamente parece ser que ahora estamos fuera.
CH: ¿Qué proyectos tienes ahora con la Fundación?
FM: Tenemos los ciclos de formación para padres y estamos intentando que sean temas sugeridos por ellos. En los primeros talleres que hemos hecho hemos pedido a los padres que nos dieran sugerencias sobre las necesidades reales. Porque yo puedo pensar en algo que crea que es importante o necesario, pero si te lo dicen ellos ya vas a algo seguro que sabes que les hace falta. Muchos coincidían en que necesitaban el refuerzo de los abuelos y los hermanos. Es decir, como padre cómo manejo esta situación ante mi otro hijo. Muchas veces se ven desplazados. De hecho hay un caso de un hermano que se puso a sí mismo que era el hermano invisible, porque el otro acaparaba toda la atención él se sentía que no formaba parte de esa familia o que a él le tenía que pasar algo para que alguien se fijara en él. Eso es algo que nos preocupa a todos los padres que tenemos un hijo que nos demanda tanta atención. Luego están los abuelos. Hay abuelos que quieren ayudar pero no saben cómo. O padres que necesitamos la ayuda pero no sabemos cómo pedirla. Queremos trabajar esto, integrar a los abuelos para que echen un cable con el niño afectado o con el otro niño que también necesita atención y, a la vez, darle herramientas a los padres para que sepan manejarse con los hijos.
CH: Financiáis la fundación con los productos alimenticios...
FM: Ahí vamos. Los productos se crearon con la intención de que la Fundación no dependieran de nadie y que tuviese su propio fondo para ayudar. Lo que pasa es que va poco a poco porque tu compras un producto que vale un precio y el margen de beneficio no es tan grande. Entonces si no vendes tienes gastos de la propia empresa que tienes que cubrir, con lo cual, de momento, no está alimentando a la Fundación como debería. Pero creo que para el año que viene, si Dios quiere, ya empezará a tener fondos propios. Ahora lo estamos haciendo con colaboraciones. Todos los proyectos son a través de colaboraciones de otras Fundaciones, o con Identidades que tienen conciencia social y que siempre están apoyando proyectos que les resultan afines e interesantes.
CH: ¿Cómo ves a Bertín de entrevistador?
FM: Hay dos entrevistas que son sorpresa interesante. Puedo dar pistas pero no nombres. Uno es una persona que ha hecho las mejores entrevistas de los últimos tiempos en televisión y que nunca ha sido entrevistado. Hasta ahí puedo leer.
CH: ¿Cuál es el secreto de vuestra relación?
FM: Creo que es un poco de todo. Sí es verdad que el hecho de haber pasado por tantas cosas o te une o te separa y en nuestro caso nos ha unido muchísimo. Tenemos muchas cosas en común. Le conozco perfectamente y él a mí y eso también facilita las cosas. Creo que también es tener la suerte de encontrar a la persona. Porque a veces, si no tienes suerte, por mucho que te empeñes no funciona. Otras veces sale todo fácil, como es nuestro caso. Tenemos nuestras movidas como todas las parejas. No hay ninguna relación perfecta. Pero yo no me imagino con otra persona o pensar en si esto no funciona. Ni se me pasa por la cabeza.