MADRID, 8 Nov. (CHANCE) -
Tan querida en España como al otro lado del Atlántico, en México, sus dos patrias lloran la muerte de Amparo Rivelles Ladrón de Guevara, que falleció ayer, 7 de noviembre a las 21.30 horas, en el Hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid a los ochenta y ocho años de edad a causa de una larga enfermedad.
Nieta, hija, hermana y tía de actores, Amparo Rivelles era la mayor de una larga saga de artistas. En agosto de 2012 sufrió la desaparición de su hermano por parte de madre, el también actor Carlos Larrañaga.
Una escueta nota emitida por un representante de la familia informaba del deceso y añadía que "su hija María Fernanda, su nieto, sus sobrinos los hermanos Larrañaga, sus amigos Rosa María y Pedro, así como su familia política lamentan profundamente tan dolorosa pérdida y rinden homenaje a una actriz y extraordinaria mujer".
Rivelles es una de las actrices más importantes del cine español. Nació en Madrid, el 11 de febrero de 1925. Sus comienzos desde adolescente en el teatro no son de extrañar, pues le venía de familia, ya que tanto sus abuelos como sus padres fueron actores.
Muy pronto, su belleza, buena dicción y maneras elegantes conquistaron al público de la época, que hizo de ella una verdadera estrella. Gracias a un contrato con la Compañía de cine Cifesa interpretó en casi una veintena de películas, cimentando su carrera profesional a partir de éxitos en taquilla que la hicieron un rostro muy popular en nuestro país.
En 1947 recibió el premio CEC por La Fe, de Rafael Gil y Fuenteovejuna, de Antonio Román. Diez años más tarde, circunstancias personales y profesionales la llevaron a México, estancia que se alargó durante veinticuatro años.
Para su definitivo retorno a España, al menos en lo profesional, influyó el éxito de la serie televisiva Los gozos y las sombras, donde su hermano Carlos Larrañaga tenía un papel principal.
Además, Amparo logró un Premio Goya gracias a su labor en la adaptación cinematográfica de la pieza que rodó en 1986 José Luis García Sánchez. Ese mismo año fue nombrada hija adoptiva de Valencia.
En la primera década del 2000 Amparo Rivelles centró sus esfuerzos en el teatro obteniendo el III Premio Nacional Pepe Isbert. Pero no fue el único reconocimiento que recibió. Otros premios que obtuvo fueron el Miguel Mihura, el Lope de Vega, el Jorge Fiestas de Cine, el Ercilla, la medalla de Oro de Bellas Artes y el Mayte.
En cuanto a su vida personal, Rivelles fue una mujer de principios. Tuvo una hija con veintiséis años, sin estar casada, a la que llamó como a la abuela, María Fernanda. A pesar de estar enamorada en varias veces, nunca se casó.
Sobre su condición de madre soltera explicaba, lo llevaba con orgullo: "Tuve suerte, claro, porque nunca recibí ni un desprecio, ni una mala cara de nadie, al contrario, todo el mundo me paraba por la calle me decía ¡Ay, Amparito, nos han dicho que tiene usted una niña preciosa, ¿cómo se llama?". A los 49 años se convirtió en abuela.
Además de ser nieta de actores, José Rivelles y Amparo Guillén, e hija de actores, Rafael Rivelles y María Fernanda Ladrón de Guevara, es hermana de Carlos Larrañaga y tía de los actores Amparo Larrañaga y Luis Merlo.