MADRID, 31 Dic. (CHANCE) - Todos nos acordamos del día 30 de noviembre de 2013, amanecíamos con una dolorosa noticia, el actor conocido por ser el protagonista de la saga Fast And Furious, Paul Walker fallecía en un aparatoso accidente de tráfico. El interprete iba de acompañante, cuando el conductor perdió el control y se estrelló contra un poste. Tenía 40 años y dejaba una hija y una prometedora carrera... A más de un año de su muerte fans y familiares le recuerdan... Y ahora vuelve a ser noticia, ya que sus seres más cercanos han exigido al conductor del coche Roger Rodas, cerca de dos millones de dólares... o mejor dicho a sus herederos ya que ambos murieron calcinados en el Porsche Carrera GT en el que iban cuando sucedió aquel trágico accidente. El dinero realmente es en concepto por una sociedad que Rodas y Walker tenían en el que vendían coches de alta gama y otros que preparaban para competir en las carreras (y es que la afición vivida en A todo gas iba más allá de las pantallas). Todo indica que el administrador único debía de ser Rodas y por ello la familia del famoso actor le reclama o el dinero en efectivo, con los coches o si se han vendido pues la retribución por dicha venta. Por su parte, Rodas ha rechazado la solicitud de la familia y pronto se verán las caras en los tribunales. Lo que no sabemos es si este movimiento de la familia será para dejárselo a la gran heredera de su fortuna, su hija, o si las intenciones vienen para quedársela ellos, ya que recordemos que Paul Walker dejó todo a su hija Meadow, 25 millones de dólares. Lloradas ya sus muertes, parece que todo queda en manos de los tribunales y el dinero. En el mes de mayo la viuda de Roger Rodas, demandaba a Porsche acusando que la muerte de los dos se debía a un fallo electrónico por lo que no pudo hacerse con el coche y contradiciendo el informe policial ya que según Kristen, el vehículo circulaba a 88 km por hora y no a 120 o 150 km como figuraba.