MADRID, 28 Sep. (CHANCE) -
Numerosas teorías circulan acerca de quién filtró el vídeo de Íñigo Onieva besando a otra mujer 24 horas después de que Tamara Falcó y él anunciasen su boda. Unas imágenes que provocaron que la marquesa de Griñón rompiese no solo su compromiso, sino también su relación con el empresario del que, tiene claro, no quiere saber nada: "Es imposible que vuelva con él" ha confesado muy entera en su reaparición ante los medios.
Mientras algunos especulan con que habría sido un amigo de Íñigo el que habría hecho llegar a la prensa el vídeo de su deslealtad, otros apuntan a que el círculo más cercano de Tamara habría filtrado las imágenes para hacer que a la socialité, cegada de amor, se le cayese la venda de los ojos y rompiese su compromiso.
Otros se plantean que la 'mano ejecutora' habría sido la de Isabel Preysler, dispuesta a todo por impedir que su hija cometiese el mayor error de su vida casándose con el empresario, que al parecer nunca acabó de convencer a la filipina por unos continuos 'devaneos' ante los que Tamara - que apostó por su amor y confió en Íñigo hasta que las pruebas de la infidelidad fueron aplastantes - prefería mirar hacia otro lado.
Una disparatada teoría sobre la que la marquesa de Griñón se ha pronunciado entre risas en su reaparición pública este martes en el aniversario de Kronos Home: "Mi madre creo que filtró los vídeos" apuntaba entre risas, añadiendo a continuación que aunque Isabel Preysler es "un apoyo" importante en estos momentos, no ha sido ella quien filtró las imágenes: "No, no. Como ya tenemos toda la información o suficiente información porque difícilmente vamos a tener toda, ya está. Eso es lo importante".
Además, Tamara ha desmentido que su madre llamase por teléfono a Íñigo para pedirle que se alejase de su hija y, aunque admite que "mi familia y mis amigos, cada uno tenía sus opiniones sobre mi exnovio" - dejando entrever que a la filipina no le gustaba el empresario - no le ha dicho en ningún momento 'te lo dije' tras confirmarse la infidelidad.