MADRID, 27 Abr. (CHANCE) -
Francisco Rivera y Lourdes Montes han disfrutado de una tranquila tarde de toros en la Maestranza de Sevilla como espectadores de excepción, un día después de que el diestro volviera a pisar el coso sevillano tras su vuelta a los ruedos el pasado mes de marzo donde sufrió una aparatosa cogida, sin que hubiera que lamentar males mayores.
El ex marido de Eugenia Martínez de Irujo y su esposa viven uno de los momentos más dulces de su vida, a la espera de convertirse en padres de su primer hijo en común, ya que el diestro es padre de una niña llamada Cayetana. Precisamente era el propio torero el que anunciaba que esperan una niña, lo que ha colmado de felicidad a toda la familia.
El embarazo ha transcurrido en medio de la vuelta a los ruedos del orgulloso padre, quien hace escasas semanas sufría una aparatosa cogida en la plaza de toros de Olivenza y donde tanto su mujer como su hija vivían unos angustiosos momentos.
La abogada reconvertida en diseñadora y el torero se casaron en la Capilla de la Esperanza de Triana el 12 de julio de 2014. Unos meses antes se casaron por lo civil ya que el tribunal de La Rota todavía no había anulado el primer matrimonio de Rivera con la hija de la duquesa de Alba.
Un día después de que Francisco volviera a pisar el albero sevillano, la pareja disfrutó de una tranquila tarde de toros en la Maestranza. El diestro explicó cuál había sido el motivo por el que no había conseguido triunfar la tarde anterior "no me gustaron los toros". Menos hablador que en anteriores ocasiones, no quiso comentar nada a cerca de la elección de nombre de su segunda hija, cuyo nacimiento está previsto dentro de escasos cuatros meses "todavía no nos hemos puesto de acuerdo con el nombre".
Francisco y Lourdes se mostraron muy cómplices, presumiendo de su amor en la dulce espera. Allí coincidió con su compañero José María Manzanares, quien también acudió acompañado por su pareja, Rocío Escalona, ambos con gafas de sol para pasar desapercibidos entre el público asistente. Los dos toreros fueron aclamados tanto a su llegada como a la salida del coso, siendo felicitados por sus seguidores.