MADRID, 11 Dic. (CHANCE) -
Genoveva Casanova ha cumplido su sueño de compartir con los demás unas experiencias que durante estos años la han llenado a nivel personal. Su compromiso con organizaciones humanitarias la ha llevado conocer infinidad de culturas y situaciones a través de múltiples viajes por diferentes países. Estas experiencias las ha ido retratando en unos rostros cuyas miradas hablan de la situación de vulnerabilidad, en unos escenarios que expresan el sentir de su realidad en un solo instante.
NO BLINK, sin parpadeo, nace con la intención de acercar su trabajo a la sociedad para así compartir su conocimiento, desde el respeto, de unas realidades a veces difíciles pero también ricas y llenas de esperanza. NO BLINK, además, quiere ir más allá de la sensibilización social al facilitar que la labor en beneficio de los más vulnerables y desfavorecidos continúe puesto que los beneficios obtenidos se destinan a la ONG Accem.
El evento ha sido celebrado en el Círculo Ecuestre con la exposición del trabajo de Genoveva. Además, todos los fondos recaudados con sus fotos irán destinados a los proyectos que Accem (www.accem.es) realiza a favor de las personas en situación de riesgo o exclusión social.
Sin embargo no quiso pronunciarse sobre las fotografías que suponen la confirmación de su especial amistad con el ex político, José María Michavila. Muy cómplices y cercanos se dejaron ver durante el pasado puente de la Constitución en Miami.
Durante el viaje, Genoveva y Michavila se dejaron ver paseando por la playa, cenando en el restaurante de moda de la ciudad, yendo a una exposición de arte contemporáneo... Además, Genoveva demostró tener una estupenda relación con los hijos del exministro de Justicia y pasó una divertida mañana de compras con sus hijas mientras él hacía unas gestiones.
GENOVEVA CASANOVA: "ÉSTOS SON UNOS DE LOS NIÑOS QUE RECATAMOS PORQUE LOS ESTABAN INTENTANDO VENDER"
CHANCE: Felicidades por la exposición.
Genoveva Casanova: Muchas gracias.
CH: Hay muchos niños.
G.C: Sí, y gente mayor también, es un contraste muy bonito.
CH: ¿Cuál ha sido la situación más emotiva?
G.C: Supongo que varias. Una de ellas fue esa bebita de ahí, estábamos en un campamento de refugiados, después de un terremoto. Se montaron varios campamentos improvisados en los que la gente iba a pedir ayuda e instalaban tiendas de campaña o montaban con palos y sábanas tiendas para poder dormir. Llegué a estos campamentos y había dos niños durmiendo en una caja de cartón al aire libre porque se habían quedado huérfanos. En Haití hubo un problema muy grande, muchos niños quedaron huérfanos y se organizaron pequeñas mafias para el tráfico de menores en estos campamentos. Estas mafias lo controlaban todo en estos campamentos, controlaban los alimentos y medicinas de las ONG's y vendían niños. Éstos son unos de los niños que recatamos porque los estaban intentando vender.
"LO MÁS IMPORTANTE QUE HE APRENDIDO ES QUE EL PROBLEMA DEL MUNDO ES LA FALTA DE AMOR Y DE COMPASIÓN DE LA GENTE"
CH: ¿Qué has aprendido en estos años de viaje?
G.C: He aprendido muchísimas cosas. Lo más importante que he aprendido es que el problema del mundo es la falta de amor y de compasión de la gente. La lección más importante es que no somos nada si no nos entregamos a los demás.
CH: ¿El hecho de ser madre te hace ser más sensible?
G.C: Sí. Hay situaciones que me he encontrado y que he pensado que podrían haber sido mis hijos. Conocía a una chica colombiana refugiada en Ecuador, una niña normal que tenía su casa, con su padre y su hijo. Terminó en Ecuador limpiando casas huyendo de los paramilitares. Podría haber sido yo, cualquiera de nosotros, no estamos exento de que pueda pasarnos algo así.
CH: ¿A qué ciudad volverías y a cuál no?
G.C: Vuelvo a La India en febrero, a Calcuta. Son muchos contrastes. Lo que me pasó en La India es que los viajes que he hecho, han sido enfocados al tema humanitario. Pero ahora voy a hacer un viaje humanitario y espiritual y personal. Estuve colaborando con las monjas de la madre Teresa de Calcuta y estuve colaborando en el colegio de los niños discapacitados. También en el hospital de los enfermos terminales de Calcuta. Luego me fui a colaborar a Bombay en el tema de la prostitución.
"AYUDABA EN LO QUE HICIERA FALTA, DESDE LIMPIAR EL SUELO, AYUDAR A UNA SEÑORA A BAÑARSE, DAR DE COMER A LOS ENFERMOS"
CH: ¿Cómo ayudabas?
G.C: Ayudaba en lo que hiciera falta, desde limpiar el suelo, ayudar a una señora a bañarse, dar de comer a los enfermos.
CH: Son aspectos desconocidos de ti.
G.C: Siempre que me preguntan, contesto, sobre las cosas a las que me dedico. Cuando me conocen, se sorprenden. Soy una persona muy reservada, no me abro muy fácil. Otras veces la prensa en la que se publican las entrevistas, seleccionan lo que consideran que puede ser más interesante para los lectores.
CH: ¿Tenías otras inquietudes artísticas?
G.C: No tengo intención de que me conozcan mucho. Mis inquietudes son la literatura, el arte, escribo, hago fotografía. Escribo desde pequeña.
CH: Luis y Amina te han acompañado en actos humanitarios.
G.C: Sí.
CH: ¿Quién es más sensible de los dos?
G.C: Mis dos hijos son igual de sensibles desde pequeños. Los hemos llevado a sitios para que conozcan la realidad. Es verdad que tenemos una crisis muy dura, a mucha gente les ha ido bastante mal. Vivimos en una burbuja y si sales afuera, ver el horror que vive alguna gente.
CH: ¿Están muy orgullosos de ti tus hijos?
G.C: Eso espero porque mira que me lo curro.
"MIS DOS HIJOS SON IGUAL DE SENSIBLES DESDE PEQUEÑOS. LOS HEMOS LLEVADO A SITIOS PARA QUE CONOZCAN LA REALIDAD"
CH: ¿Qué te dicen que tus viajes?
G.C: Tienen mucha curiosidad, me preguntan y les intriga mucho lo que voy a hacer.
CH: ¿No les da pena separarse de ti tanto tiempo?
G.C: Aproveché que mis hijos están estudiando fuera para hacer este viaje.
CH: ¿Qué valores tratáis de inculcarles?
G.C: La generosidad, la bondad de corazón, la empatía que va de la mano, y el esfuerzo y la lucha por algo. Cuando haces las cosas con una intención buena, lo demás sale solo.
CH: Recientemente se te ha visto en unas fotos con Michavila.
G.C: Honestamente mi vida privada no tiene ninguna relevancia a nivel social. Lo que tiene relevancia es que hoy es el Día Internacional de los Derechos Humanos y quería contarles todo lo que he visto y pasa en el mundo. Lo que pasa en mi vida privada no influye a nadie. Evidentemente al ser mi vida privada, me lo guardo para mí.
CH: ¿Cómo vas a recordar a la duquesa de Alba?
G.C: A la duquesa de Alba la voy a recordar todos los días.
CH: ¿Dónde estarás el año que viene?
G.C: No lo sé, no he hablado con la organización.
CH: Un deseo para el 2015.
G.C: Para el 2015 estaría bien que estas cosas no pasaran.