MADRID, 31 May. (CHANCE) -
Las dos personas encargadas de la seguridad de Amber Heard y Johnny Depp desmienten a la actriz en su acusación de violencia doméstica contra el protagonista de Piratas del Caribe.
Jerry Judge y Sean Bett, testigos de la convivencia de la pareja desde antes de su matrimonio, aseguran que cuando se produjo la discusión, el pasado sábado, había una distancia de más de cinco metros entre los actores.
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Según TMZ, los dos testigos del desencuentro mantienen que ambos se encontraban de pie en la entrada del apartamento, cuando empezaron a oír gritar a la intérprete de 30 años. Judge y Bett sostienen que en cuestión de un segundo alcanzaron el salón y vieron a la estrella cinematográfica de 52 años en la cocina y a su mujer, en la sala de estar.
Los vigilantes, que podrían testificar el próximo mes durante el juicio por la orden de alejamiento, dicen que en los 15 meses de matrimonio era ella la que entraba en cólera, gritándole, lanzándole botellas y cargando contra el guitarrista. Asimismo, admiten que con mayor frecuencia tenían que tirar de ella cuando atacaba a su esposo.
La protagonista de La mujer danesa pidió una orden de alejamiento en la corte de Los Ángeles alegando un episodio de violencia por parte de su pareja, al lanzarla el móvil contra su cara después de una fuerte discusión. Heard sostiene que el suelo estaba lleno de cristales rotos, versión que también ha sido desmentida por los guardias, y corroborada por los policías que acudieron al domicilio. Los agentes sostienen que todo parecía tranquilo en el domicilio y la denunciante no tenía marcas de agresión en su rostro.