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MADRID, 12 Jul. (CHANCE) -
Era en la noche del 11 de julio cuando el Real Madrid, vía comunicado en su página web, confirmaba finalmente que Iker Casillas ha fichado por el FC Oporto para las próximas dos temporadas. De esta manera, el portero del equipo merengue nos dice adiós tras una brillante carrera.
En este domingo 12 de julio, el Santiago Bernabéu ha acogido al portero que ha celebrado su última rueda de prensa como jugador blanco. "Hoy he venido a este estadio, a este gran estadio, para despedirme de todos vosotros y en especial de los madridistas", afirmaba el portero -que ultima los detalles de su marcha-. Entre lágrimas de despedida, Iker Casillas ha dicho adiós a la afición del equipo blanco, un amargo adiós para uno de los porteros más importantes de la historia del fútbol de nuestro país.
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"Después de 25 años defendiendo el escudo del equipo más grande del mundo llega un día difícil, este día, en mi vida deportiva. Decir adiós a esta institución que, evidentemente, me lo ha dado todo", explicaba en su discurso de despedida.
Y hay que echar la vista atrás para ver que este fin de semana es uno de los más importantes de la vida del jugador. Por azares del destino, la despedida ha querido que fuese justo cinco años después de que la Selección Española se alzaba con el título de campeona del mundo, aunque fue un 11 de julio de 2010.
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Un instante en el que Casillas fue el gran protagonista. Él fue el capitán de esta gran selección que nos llevó a lo más alto y él fue sin duda el que más cámaras captó debido a su efusivo beso en pleno directo que le dio a su pareja, la periodista Sara Carbonero que aquellos instántes estaba entrevistándole debido a que cubría el magnífico evento.
Cinco años han pasado desde ambas imágenes, de un efusivo y romántico beso a una triste y amarga despedida. Unos años en los que la vida del portero y también del rostro de Telecinco ha cambiado de manera radical, pues ambos tenían al pequeño Martín, la alegría de la pareja y sin duda, la familia que deseaba el guardameta.
Malas rachas, críticas pero siempre contando con el apoyo de la afición, entre lágrimas de emoción y sin duda de agradecimiento, se despedía Iker Casillas de su club, el Real Madrid.